Las órdenes eran muy claras: había que lanzar explosivos sobre una casa, sin importar que se encontrara en un barrio residencial habitado por civiles.
Un puente entre dos océanos, una brecha de agua que divide en dos a América, un cinturón de concreto en el punto más estrecho del continente…
La mujer trabajaba en el sistema ferroviario del Reino Unido cuando una persona le escupió mientras estaba en servicio.
“Profe, no lo escucho bien, dele Ctrl + F4 para activar el micrófono”,
"Tengo más miedo de subirme a un avión que de ingresar a un hospital".
El narcotraficante Pablo Escobar importó algunos hipopótamos para su zoológico privado. Cuatro décadas después, viven en estado salvaje y se han multiplicado enormemente. Nadie sabe qué hacer con ellos.