Una de las comedias de televisión más vistas en la televisión de Estados Unidos, The Big Bang Theory,llegará a su fin el próximo mayo.
Después de 12 temporadas, Warner Bros dejará de producir nuevos episodios, pero eso no significa que vaya a desaparecer de la pequeña pantalla.
Desde su estreno en 2007, el programa ha generado ganancias cercanas a los US$1.500 millones, solo por sus repeticiones en el mercado local.
Y sus protagonistas, según Forbes, ganan US$1 millón por cada episodio, más un porcentaje de las ganancias del show.
Algo similar les ocurrió a los actores de Friends (1994-2004), que también ganaban US$1 millón por episodio en las temporadas finales de la serie.
Esos gigantescos salarios se explican por el éxito de los programas que protagonizan, pero también por las millonarias ganancias que estos siguen generando después de llegar a su fin gracias a las reposiciones (reruns, en inglés).
Series que acabaron hace décadas siguen trasmitiéndose por televisión o en plataformas de contenidos online en todo el mundo.
Es la vida después de la muerte que ha marcado el destino de conocidas series como Seinfeld, “La Ley y el Orden”, “Los Simpsons”, CSI, Sex and the City, NCIS, Two and a Half Men, Friendsy muchas otras.
En el caso de Seinfeld, según la prensa estadounidense, en 2013 había generado más de US$3.000 millones para NBC solo en concepto de reposiciones.
Cuando la última temporada de la serie Friends salió al aire en 2004, los seis actores protagonistas recibían un salario estimado en US$1 millón por cada episodio de media hora.
¿Cuál fue la fórmula para lograr esos sueldos tan elevados? Negociación colectiva. O les pagaban lo mismo a todos o dejaban de hacer la serie.
Es el mismo tipo de negociación que años después pusieron en práctica los actores de The Big Bang Theory o Modern Family.
A pesar de que no hay nuevos episodios de Friends desde hace 14 años, la serie sigue generando enormes ganancias por las reposiciones, tanto para Warner Bros como para el elenco protagonista.
Según informaba el diario USA Today en 2015, Warner Bros ingresa US$1.000 millones al año gracias a esta serie, de los que 20 millones van a parara a los actores.
En el caso de The Big Bang Theory, el show, que trata de unos amigos que son “genios” de la física y no tienen habilidades sociales, llegó a tener en promedio 18.6 millones de espectadores en EE.UU.
Su éxito le permitió ingresar US$1.830 millones por anuncios publicitarios a CBS en 2016, según Kantar Media.
Además de estos ingresos, está el dinero que genera la sindicación a terceros, es decir, la venta de los derechos de repetición en todo el mundo.
Una característica singular de este show es que saltó a la fama junto antes de que se expandieran los servicios de streaming y por eso expertos del sector consideran que podría ser uno de los “últimos programas de televisión de su tipo”.
Aunque las reposiciones siguen generando ingresos, se han vuelto menos rentables de lo que fueron en el pasado, por la fuerte competencia de plataformas como Netflix, Amazon Prime o Hulu.
“En contra de muchas predicciones, la distribución a través de banda ancha no llegó a matar a la televisión, pero sí revolucionó cómo se llega a la audiencia”, escribió en un análisis Amanda D. Lotz, profesora de la Universidad de Michigan.
“La gente ya no sigue las repeticiones de la misma manera en que lo hacía antes”.
Lo mismo opinan otros analistas que han visto cómo se desborda la oferta de programas.
“Entre el streaming y el cable, hay simplemente demasiada TV”, escribió James Poniewozik, crítico de televisión del New York Times.
“Probablemente habrá más de 500 series originales en 2018”.
¿Será The Big Bang Theory la última serie que genera tantas ganancias por reposiciones?
Dependerá de cómo evolucione el mercado de la televisión, aunque las probabilidades de que inicie el fin de una era no son pocas.