Simpatizantes de Marine Le Pen no se ven derrotados
Lejos del derrotismo, los simpatizantes de la ultraderechista Marine Le Pen, prometen continuar la batalla y tomar su revancha contra todos los "enemigos".
París, Francia | AFP
Lejos del derrotismo, los simpatizantes de la ultraderechista Marine Le Pen, vestidos de gala para lo que esperaban fuera una victoria histórica, prometen continuar la batalla y tomar su revancha contra todos los “enemigos”.
“Las grandes victorias se preparan con decepciones”, afirma Bouba entre centenares de militantes reunidos en la elegante sala a las afueras de París donde su líder soñaba con dirigirse este domingo a los franceses como su nueva presidenta.
Pero perdió frente a Emmanuel Macron, un centrista de 39 años apenas conocido hace tres años.
La derrota es agridulce: Le Pen obtuvo poco más del 34% de los votos, es decir, casi nueve millones, un récord histórico de sufragios para su partido, el Frente Nacional (FN), según resultados parciales.
“Macron es la última carta del sistema, se lo digo esta misma noche”, augura Bouba en este recinto situado en uno de los dos “pulmones verdes” de la capital, el bosque de Vincennes.
Eric, un estudiante de 26 años, también ve el vaso medio lleno y augura que la próxima cita electoral, las legislativas del 11 y el 18 de junio, serán la primera revancha: “El Frente Nacional arrasará”.
Pero también hay decepción y rencor entre los militantes, para quienes el anuncio de los resultados cayeron como un jarro de agua fría.
Durante meses, creyeron en la posibilidad de la victoria de la líder de 48 años que hizo posible el triunfo de la extrema derecha en las últimas municipales y europeas.
Pero eso fue antes de la ascensión fulgurante y contra toda pronóstico de Macron, exbanquero y exministro de Economía.
“Los franceses eligieron la traición: el país será vendido a la globalización salvaje. Me voy de Francia, no hay nada más que hacer aquí”, dice Christophe, responsable en un centro hospitalario, de 54 años.
La globalización, los medios, las élites… cada uno halla una explicación a esta derrota: “El Frente Nacional es un partido solo contra todos”, afirma Jocelyne Montesi, adjunta del alcalde ultraderechista de Fréjus, en la Costa Azul.
Pero -recuerda- el partido “no cesa de progresar en cada elección”.
Una quincena de medios denunciaron que se les “prohibió” asistir al acto. El FN argumentó “falta de sitio”, pero otros lo “boicotearon” por “solidaridad”, como el diario Le Monde.
Marine Le Pen, quien para muchos firmó su derrota en la recta final, en un debate con Macron en el que se le reprochó su “agresividad” y “falta de preparación”, se dirige brevemente a sus militantes a quienes les promete seguir al “frente del combate” en las legislativas.
Con la vista puesta en el futuro, les anticipa una reforma “profunda” del partido, que según su número dos, Florian Philippot, cambiará de nombre.
“¡Gracias, Marine!”, corean los militantes, mientras se escucha el himno nacional, La Marsellesa.
Al mal tiempo buena cara. La velada acaba de empezar y algunos hasta se animan a salir a la pista de baile, entre ellos, la propia líder ultraderechista.
“El viento de la Historia está con nosotros”, profetiza Johan, de 29 años, muy comprometido con el partido. “Los franceses todavía no están preparados, tienen miedo” de la extrema derecha.