Más allá de ser un buen ciudadano, ser un buen humano
Hace falta que hagamos una introspección cuando herimos, lastimamos o perjudicamos a alguien y no pensar solo en salvarnos o "safarnos el pellejo".
Hace unas semanas al salir del gimnasio, me di cuenta que mi carro tenía un super rayón en la puerta del copiloto. Yo sabía muy bien que eso acababa de pasar ya que previo a ir al gimnasio había llevado mi vehículo a inspección del seguro donde le tomaron fotografías, la revisaron y evidentemente no tenía nada.
Te puede interesar: Viva La Mañana: ¿Conflictos con los adolescentes de casa?
Podía decir con certeza, que la camioneta había sido rayada en el parqueo de la plaza por lo que me acerqué a la administración del gimnasio y ellos amablemente me apoyaron y ofrecieron su ayuda.
Revisamos las cámaras de seguridad y dimos con quién había golpeado mi vehículo de manera accidental. Estoy segura que en ningún momento fue con mala intención.
Lo que me sorprendió, es que esta persona no se dio por aludida de lo que había hecho, o posiblemente se hizo “la loca”. Quiero creer que fue la primera razón. Sin embargo las cámaras probaban y mostraban el momento exacto en que había sucedido el hecho.
De una manera muy adecuada y educada, me comuniqué por teléfono con la persona, quien ya no se encontraba en el lugar, y le comenté lo que había sucedido. Quedamos de juntarnos al día siguiente y no se presentó. Volví a contactarme con ella para una 2da cita y nuevamente no se volvió a presentar.
Hasta el día de hoy, la señora no se ha comunicado conmigo. Ni para revisar los carros o las cámaras, ni para hacerse o no, responsable del incidente.
Eso me deja en qué pensar, qué tipo de guatemaltecos hay? Si los papeles hubieran estado invertidos, por curiosidad, responsabilidad o pena me habría acercado con la persona afectada para resolverlo.
Sin embargo, esta señora decidió ignorar la situación, seguir llegando al gimnasio sin pena ni culpa.
Por mi parte, yo decidí no rogarle a un irresponsable para que se hiciera cargo. Los daños involucran pintar toda la puerta porque aparte del rayón también la abolló un poco.
Considero que deberíamos ser más conscientes ante este tipo de situaciones porque por personas como estas, se mancha la reputación de los guatemaltecos que si somos honestos, trabajadores, responsables y sinceros.
Hace falta que hagamos una introspección cuando herimos, lastimamos o perjudicamos a alguien y no pensar solo en salvarnos o “safarnos el pellejo”.
Yo decidí no hacer ni decir nada más. Esa gente que para mi, no vale la pena que me quite mi paz y por el momento puedo decir: “que quede en ella la manera en que actuó o no actuó, ya se encargará el universo de ordenar las piezas…”
Te puede interesar: Viva La Mañana: Solteros felices ¿Real o fingido?