“Mejor tres horas demasiado pronto, que un minuto impuntual” Conoce los mensajes ocultos que la impuntualidad dice sobre ti.
No hay nada más desesperante e irritante que la impuntualidad. Ni nada más valioso que el tiempo. La impuntualidad puede llegar a ser desesperante.
No hay nada más desesperante e irritante que la impuntualidad. No hay nada más valioso que el tiempo. “Mejor tres horas demasiado pronto, que un minuto impuntual” decía William Shakespeare.
La impuntualidad esconde algunos mensajes ocultos.
¿Quieres saber cuáles son?
La impuntualidad puede llegar a ser desesperante. Lo peor es que casi siempre son reincidentes: las personas impuntuales generalmente nunca llegan a tiempo a ningún lado.
La verdad es que el tiempo es subjetivo. Los seres humanos hemos creado diversas formas de medirlo. Aun así cada uno lo percibe y lo maneja de acuerdo a una serie de variables: puede ser dependiendo de la edad que tengas, la cantidad de actividades que realizas, el estado de ánimo que tienes, etc.
En cualquier caso, el ser humano establece un vínculo entre su percepción del tiempo y la puntualidad o impuntualidad.
Si las circunstancias ayudan para que entiendas que el tiempo es un recurso muy limitado y valioso, seguro que tratarás de ser muy preciso con los horarios.
En cambio, si tu valoración del tiempo no es tan alta, verás en las horas exactas una limitación.
La tardanza crónica implica, a veces, que detrás de ella hay una personalidad excesivamente narcisista. Son personas que quieren poner al otro en una condición de necesidad, de falta o de vulnerabilidad. En últimas, utilizan su impuntualidad como un mecanismo de poder.
También se da el caso de las personas que llegan tarde a todos lados porque arrastran una gran inseguridad. Temen de algún modo a la situación del encuentro y por eso intentan posponerlo al máximo. Lo hacen de manera inconsciente, no es que se lo propongan.
De la misma manera, hay quienes utilizan la impuntualidad para expresar una rebeldía. Se resisten a la situación que da lugar al encuentro. Sus llegadas tarde son una manera de hacer visible ese rechazo, pero al mismo tiempo una forma de plantear un desafío.
Lo que es importante reconocer es que la impuntualidad, independientemente de como lo tomes personalmente, es una falta de respeto a la valoración que le dan las demás personas y dice mucho de tí. Tanto del respeto que te tienes como del respeto a los demás.
Una sociedad más responsable empieza respetando a los demás.