Ciudad Guatemala

Superclásico Boca-River de final de Libertadores suspendido por lluvias y especulaciones comienzan


Una lluvia torrencial y vientos fuertes hicieron que se suspendiera el inicio del inédito superclásico argentino entre Boca Juniors y River Plate, por la primera final de la Libertadores, la copa más deseada por sus hinchas.

  10 noviembre, 2018 - 12:48 PM

Todo está listo para “el partido de los sueños”, como lo definió el exseleccionador argentino y entrenador de Leeds United de Inglaterra, Marcelo Bielsa, pero las adversas condiciones climáticas en Buenos Aires pueden demorar el inicio por unas horas o directamente posponerlo, lo que pone a los hinchas al borde del infarto.

Se esperaba que a las 14H00 locales (17H00 GMT), tres horas antes del inicio del partido, la Conmebol anunciara su decisión pero un nuevo diluvio que cayó poco antes sobre el barrio de la Boca y toda la capital, demoró la decisión.

De todos modos, las puertas del estadio La Bombonera se abrieron pasadas las 13H00 locales (17H00 GMT), hora prevista para que ingresara el público previendo que unas 53.000 personas acudirán a la mítica cancha para asistir a la histórica final.

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A dos horas del inicio original del partido, el plantel de Boca subió al ómnibus que lo iba a trasladar a la Bombonera desde el hotel de la concentración, y diez minutos después descendieron sin moverse del lugar.

Del mismo modo, en el estadio Monumental, en el norte de la ciudad, se esperaba la salida del ómnibus con el plantel de River, mientras miles de hinchas ‘millonarios’ alentaban y cantaban para acompañar la partida, impedidos de asistir a la Bombonera por cuestiones de seguridad.

Si las condiciones climáticas mejoran y el césped de la Bombonera drena el agua, el país se paralizará al comenzar el juego ¿a las 17H00 locales (20H00 GMT)? en un ambiente cargado de nervios, excitación, euforia y ¿por qué no?, miedo a perder.

Se ha desatado una locura futbolera pocas veces vista. La revancha será el 24 de noviembre, a la misma hora, en el Monumental de los ‘millonarios’ de la banda roja.

“No sé quién va a ganar el partido pero lo voy a ver seguro (por televisión)”, prometió José Mourinho, el entrenador del Manchester United, sumándose al interés que ha despertado el superclásico en Europa.

Banderazo rojiblanco, pasión auriazul

Allí, en la sede de River, verá el partido el DT Marcelo “Muñeco” Gallardo, quien no puede dirigir su equipo ni ingresar al estadio, sancionado por la Conmebol.

“Gallardo está en el corazón de los hinchas y de los jugadores”, respondió un aficionado consultado sobre la ausencia del entrenador, ídolo de los ‘millonarios’.

Mientras tanto, en la Boca, tres horas antes del juego, los hinchas fueron llenando las tribunas sin parar de cantar y alentar, una marca de la afición boquense.

La pasión auriazul no tiene límites. Incluso, un grupo de judíos religiosos hinchas, que respetan el Shabat y no pueden siquiera encender el televisor hasta que salga la primera estrella del sábado, volaron a Barcelona, para poder ver el partido sin quebrar la ley de Dios por la diferencia horaria.

Maradona vs Kempes

Son los dos clubes más populares del país y representan juntos a un 70% de los hinchas, en un país con 44 millones de habitantes donde se respira fútbol. Jamás se midieron en una final por la Copa que es obsesión de sus simpatizantes.

Boca suma seis Libertadores y busca la séptima corona para igualar al también argentino Independiente como los máximos ganadores de títulos del certamen continental, mientras River acumula tres. En el historial, los auriazules aventajan por 10 partidos ganados a los riverplatenses.

Sólo dos veces jugaron finales por torneos oficiales. En 1976, Boca le ganó a River el campeonato Nacional por 1-0 en el estadio de Racing.

Este año, River superó a su histórico rival por 2-0 y ganó la Supercopa local en la ciudad de Mendoza (oeste).

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Nada más que 53.000 espectadores puede albergar la Bombonera. Unas 67.000 personas podrán ver en vivo la segunda final en el Monumental.

Entre las leyendas del fútbol destellan Diego Maradona y Juan Román Riquelme, estandartes históricos de Boca, y el ‘Matador’ Mario Kempes y el uruguayo Enzo Francescoli, en River, el ídolo de Zinedine Zidane.

Pese a las presiones del presidente Mauricio Macri, extitular del club y fanático boquense, para que se permita entrar a los hinchas visitantes, la veda que rige desde 2013 seguirá en pie.

Pierna fuerte

No se espera un partido con derroche de gestos técnicos, pero sí con gran temperamento. El poder de River se basa en su juego asociado y el de Boca en fuertes individualidades de ataque.

Pero el lance tendrá, como siempre, ásperos perfiles que pondrán a prueba el temple de los jugadores. Boca despliega el temperamento del volante Pablo Pérez, la calidad técnica del colombiano Wilmar Barrios y los goles de Ramón ‘Wanchope’ Ábila, Darío Benedetto o Cristian Pavón.

River se asienta en la fortaleza defensiva de Jonathan Maidana y Javier Pinola, los talentos de Gonzalo ‘Pity’ Martínez o Exequiel Palacios, y los goles del colombiano Rafael Santos Borré o de Lucas Pratto.

Pero los millonarios extrañarán a su emblema y capitán, el temperamental Leonardo Ponzio, lesionado, un jugador hecho para esta clase de partidos.

Con información de: © Agence France-Presse
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