Ciudad Guatemala

Crisis en Nicaragua: cómo es y qué ocurre en El Chipote, la cárcel por la que pasan los presos por protestar contra Daniel Ortega


Alex Vanegas, un aficionado a los maratones de 62 años, es el hombre que más ha entrado y salido de las cárceles de Nicaragua desde que comenzaron las protestas contra el presidente Daniel Ortega.

  01 marzo, 2019 - 11:24 AM

Ha sido encarcelado nueve veces por pedir en las calles de Nicaragua la salida del mandatario y la libertad de quienes él califica como “presos políticos”.

Vanegas es el más emblemático de los presos por protestar contra Ortega a quienes se les permitió volver a sus casas esta semana.

Fueron un centenar de personas que el gobierno decidió liberar en vísperas del reinicio de un nuevo diálogo con la oposición.

A la mayoría de ellos las autoridades nicaragüenses los acusan de delitos que van desde portación ilegal de armas, daños a la propiedad pública, hasta terrorismo.

Pero el maratonista solo ha sido acusado por “escándalo público”, una falta que, según el Código Penal del país centroamericano, no amerita pagarse con cárcel.

Alex Vanegas siendo detenido
EPA / Vanegas fue ingresado a “La Modelo”, una de las cárceles de Managua.

“Voz autorizada”

Las conversaciones entre gobierno y oposición se retomaron esta semana para acabar con la grave crisis política por la que atraviesa el país, que estalló en abril pasado con una ola de protestas contra el presidente Daniel Ortega.

Las manifestaciones fueron duramente reprimidas con un saldo mortal de 324 personas fallecidas, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Protestas en Nicaragua
AFP / Las protestas que exigen la salida del presidente Daniel Ortega iniciaron en abril del año pasado.

“Soy una voz autorizada para hablar de las cárceles, de torturas”, le dijo Vanegas a BBC Mundo el miércoles, horas después de ser liberado -con la condición de casa por cárcel- y comenzar, de nuevo, a gritar consignas contra Ortega.

A Vanegas, sin embargo, la alegría de estar libre no le duró mucho.

La mañana del jueves, cuando corría nuevamente por las calles de Managua pidiendo libertad para las 570 personas que según el Comité Pro Liberación de los Presos Políticos aún continúan en las cárceles, el anciano maratonista fue capturado nuevamente.

Pero antes de que lo detuvieran -y liberaran- de nuevo, contó cómo son las cárceles donde se encierran a los adversarios del presidente Daniel Ortega y a otros reos condenados por delitos comunes.

El Chipote

“Son malolientes, oscuras, calientes y llenas de ratas y mosquitos”, la describió Vanegas, quien primero estuvo dos meses preso en las celdas de El Chipote, una cárcel denunciada como inhumana por organismos de derechos humanos en Nicaragua.

Luego pasó un mes en el sistema penitenciario “La Modelo”.

Mujeres frente a una cárcel en Nicaragua
AFP / El gobierno liberó a 100 detenidos esta semana bajo la condición de “casa por cárcel”.

El Chipote es una cárcel de máxima seguridad donde la Policía Nacional encierra a presos peligrosos.

Está ubicada en el centro de Managua y ahí funcionaba el otrora estado mayor del régimen de los Somoza, derrocado a balazos por la revolución sandinista en 1979.

La exguerrillera Mónica Baltodano cuenta en su libro “Memorias de la Revolución Sandinista” que el sitio estaba lleno de lujos cuando ellos se tomaron el poder por las armas.

Cuenta que había whisky, vinos y licores de los más finos, casi a la par de las celdas donde Somoza encarcelaba a sus adversarios.

Estas “son como pequeñas jaulas en unos túneles”, las describe Vanegas.

Alex Venegas
Ismael López / Alex Vanegas dice que ha sido encarcelado en la prisión de El Chipote, considerada como una de las más duras del país.

El maratonista primero comenzó a participar en las marchas contra Ortega corriendo y después, cuando las marchas fueron prohibidas, siguió corriendo por todo el país con una bandera de Nicaragua en la mano.

Pedía la liberación de “los presos políticos” y parafraseaba un poema de Rubén Darío: “Si la patria es pequeña uno grande la sueña”.

Vanegas dice que en El Chipote dormía en el piso mojado en una pequeña celda donde había un hueco para hacer sus necesidades y solo tenía agua potable en las madrugadas.

“No había luz en esa celda. Por eso estoy perdiendo la vista, ahorita te miro turbio”, dijo el hombre de 62 años, quien comenzó a ser apresado desde abril pasado.

Primero lo apresaban horas, después días, luego semanas y “ahora me tuvieron cuatro meses”, dijo el maratonista aficionado.

“Cárcel inhumana”

Según Vanegas en El Chipote sufrió torturas psicológicas y físicas.

Me decían que me iban a matar, me levantaban en las madrugadas para preguntarme quién me pagaba por andar corriendo, que por qué protestaba contra el comandante”, relató.

BBC Mundo solicitó para este reporte una versión de la Policía Nacional y del gobierno de Nicaragua pero al momento de entregar este artículo todavía no había oportuna.

Alex Vanegas siendo detenido
EPA / El corredor aficionado fue detenido nuevamente, unas horas después de su liberación.

El Chipote, en cualquier caso, es famoso en Nicaragua.

En 2015 la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) de Nicaragua pidió que se cerrara e introdujo una iniciativa en el Parlamento alegando que era un sitio donde se tortura. La iniciativa no prosperó.

“Es una cárcel inhumana donde se practican torturas”, decía la iniciativa.

Una delegación de eurodiputados que en enero visitó Nicaragua y se entrevistó con a menos diez “presos políticos” en una cárcel de mujeres y en El Chipote, también denunció la falta de condiciones de las celdas.

“Un preso (el periodista) Miguel Mora solo pide una luz en su celda y una biblia para poder leer, por la falta de luz está perdiendo la visión”, dijo el eurodiputado del Partido Socialista Obrero Español, Ramón Jauregui.

Vanegas relata que quien lo torturó a él fue una mujer.

“Me dijo: mi comandante (Daniel Ortega) se queda aunque vos le des 20 vueltas al mundo y comenzó a pegarme en las costillas con las manos empuñadas”.

Alex Vanegas
Ismael López / Vanegas dice que no renunciará a su derecho de expresarse.

Las denuncias por torturas de los detenidos a raíz de las protestas se cuenten por decenas por los organismos de derechos humanos.

La periodista Lucía Pineda Ubau, acusada de terrorismo, denunció a través de su abogado que en El Chipote la obligaban a recoger sus excrementos con las manos, además de la falta de cama, luz y la negación para recibir visitas.

En la cárcel La Modelo, que es gestionada por el Ministerio del Interior y que tiene más funciones correccionales, Vanegas fue encerrado con los reos comunes a quienes las autoridades del penal le decían que no le hablaran, ni le dieran de comer.

“Si ellos me hablaban o me daban de comer los castigaban“, narra Vanegas. “Yo para no meterlos a problemas a los pobres no me les acercaba”.

El maratonista dice que en esa cárcel el maltrato era verbal: “Me decían viejo loco y golpista pero habían literas para dormir”

“Yo no estuve en celdas de castigo pero otros presos políticos como Miguel Mora, Medardo Mairena, Levis Rugama, Edwin Carcache; sí, ellos estaban en celdas pequeñas, oscuras y solos”, cuenta.

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