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#VacunasYa | El miedo a las vacunas: una nueva tormenta en Cobán, Alta Verapaz


Cobán, su cabecera departamental, aparece en naranja según el semáforo de alertas epidemiológicas. Además, tan solo el 0.52 por ciento de su población ha recibido, al menos, una dosis de la vacuna contra el SARS-CoV-2.

  27 mayo, 2021 - 14:50 PM

Alta Verapaz copó las entradas de los medios de comunicación a finales de 2020, cuando el paso de las tormentas tropicales Eta e Iota causó estragos en gran parte de su territorio. Hoy, sin embargo, la nube que les acecha por el horizonte es el miedo a la vacunación para el covid-19.

Si analizamos solo la población elegible para la inyección, es decir, los mayores de 65 años, son el 11.97 por ciento a quienes se les aplicó ya el fármaco. De entre las localidades guatemaltecas que el equipo de Noticiero Guatevisión y Prensa Libre recorrerá dando voz a quienes claman #VacunasYa, es la segunda peor.

Y, sin embargo:

“Me da miedo porque, a veces, uno piensa que la vacuna le va a afectar, no sé si será para salvarme. No me animo”. Ana Patricia Yajub se quedó sin casa tras las inclemencias de noviembre. Hace tres meses volvió a su terreno, pero no tiene para comprar reglas de madera ni láminas de cinc para reconstruir. Dice que también necesita tierra para elevar el nivel de las habitaciones, porque cuando llueve se vuelve a inundar.

Según explica, gente del Centro de Salud y del Consejo Comunitario de Desarrollo (Cocode) ha pasado por las callejuelas del barrio para informar a la gente sobre la vacunación y registrar a quienes ya entran en el rango etario. No es su caso, pero tiene claro que, cuando le corresponda, no acudirá.

Con 2 mil 576 casos confirmados, la ciudad de Carlos V tiene una incidencia de 1 mil 149 positivos por cada 100 mil habitantes. Pero, así como tales números se reparten entre todas las edades, el miedo también.

Cruzando la calle de donde vive Ana Patricia, Juan José Coy, de 27 años, camina hacia la suya. Su lado del barrio no se inundó cuando las tormentas, pero sí quedo aislado. “Es de pensárselo, porque, al menos, he conocido gente que se ha vacunado que tiene un efecto complicado”. No logra especificar cuáles fueron las reacciones adversas de sus cercanos, pero cree que, incluso, “fueron peores que la enfermedad”.

A cinco minutos de ahí, en el parque central de Cobán, Reina, de 32 años, muestra sus dudas: “hemos escuchado de ciertas personas que se han muerto ya vacunadas; queremos saber más sobre eso”. Dice tener miedo y, tanto ella como Juan José, confirman que su principal fuente de información son las redes sociales.

El vecino no percibe agilidad

La tasa de vacunación en la capital verapacense está por debajo de la media nacional, que ronda el 1 por ciento. Son varios los vecinos, sobre todo en el cuadrante comercial, los que reclaman que se agilice el proceso.

“Es muy lento, como si no estuviéramos en pandemia. Mire otros países, que ya vacunaron a mucha de su gente. ¿Y aquí?”. Denis Cheng, de 28 años, lamenta que el último año ha sido un golpe para su negocio. Él regenta una tienda de herramientas a cuatro cuadras de la catedral de Santo Domingo de Guzmán, y dice que durante varios meses tuvo que mantener cerrado. Tiene inquietudes sobre qué ocasiona la vacuna, pero “cuando llegue el turno, lo haré. Lo que pasa es que va muy lento, muy atrasado”.

“Al tiempo que llevamos, debiera ser la prioridad de ellos. Nosotros pagamos nuestros impuestos, dinero tiene el gobierno”, sentencia Gustavo Itzén, un ferretero de 40 años.

También atacados por la falta de información

Tal y como este equipo comprobó en Puerto Barrios y Guastatoya, cabeceras departamentales de Izabal y El Progreso, respectivamente, uno de los principales problemas a los que se enfrenta la población en Cobán es la la falta de información o la difusión de noticias falsas.

En su pizzería céntrica, Sergio Salvador Caal cree que para la gente del sector urbano ha sido fácil enterarse sobre el proceso de vacunación, porque “tenemos televisión, internet; en el canal de la municipalidad y en las redes sociales se informa uno”. Sin embargo, se acuerda de otro colectivo, para quien lanza una propuesta: “en el área rural no creo que lo hayan visto. Lo bueno sería como volver al tiempo pasado: usar un autoparlante para contarle a la gente”.

Joaquín Alvarado, un comerciante de 41 años, también habla de quienes habitan en la zona rural. “Sería bueno que montaran un grupo y que fueran a registrar a la gente, que se enteren”.

Albertina Maas, de 63 años y vecina de Yalguó, se registró el lunes para su primera dosis. Aún no la llaman, pero se muestra optimista. Sin embargo, reconoce las deficiencias comunicativas: “A nosotros nos han dicho que es conveniente, pero otros dicen que no. Ahí es donde entran las desinformaciones”.

En Alta Verapaz solo dos municipios están en naranja: Cahabón y Cobán. El resto les mejoran, pues aparecen en amarillo. Pasaron ya 439 días del primer caso de covid-19 detectado en el país, y más de seis meses de las tormentas tropicales. Este año ha comenzado ya la época lluviosa, amenazando estas tierras con episodios desastrosos en comunidades cercanas de Quiché y el sur de Petén. Mientras, el deseo de Maas: “que nos vacunen, porque va a servir para todos. En el nombre de dios, que nos libre de este mal”.

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