La vida detrás del circo, una rutina nómada que no siempre es como la pintan
La vida circense los obliga a ir de lugar en lugar a presentar su espectáculo, situación que no les permite llevar una vida normal.
La historia de la familia López inició cuando una gitana llegó a Guatemala procedente de Budapest, Hungría.
En Huehuetenango se enamoró y decidió quedarse. Fue así que nació el circo de los hermanos López, un espectáculo sencillo y tradicional que incluía números con animales, tenían perros y caballos.
Así pasó el tiempo, la familia fue creciendo, tuvieron hijos y después nietos, todos con la pasión por el circo en la sangre.
El circo tenía la carpa rota y no tenían carros por lo que decidieron viajar a Honduras, donde el circo ganó fama.
Decidieron volver a Guatemala, pero cambiaron de nombre a Circo Rey Gitano bajo la dirección de Christian López, más conocido como Tarzán.
La vida en el circo es una herencia
En el circo trabajan alrededor de 50 personas entre artistas, vendedores, gente de limpieza, quienes cuidan los animales, quienes desmontan y hasta soldadores.
Todo el personal vive en el circo, en alrededor de 15 casas rodantes equipadas con sala, comedor y literas.
Ahí cocinan, lavan ropa, duermen y se preparan para la función de todos los días.
Muchas familias viven del circo pero, según Christian, desde hace un par de años para acá la afluencia ha bajado hasta un 80 por ciento, aspecto que los desanima, pues es la profesión que desde niños aprendieron.
En las mañanas todos tienen trabajo que hacer, unos cuidan animales, otros lavan sus vestuarios, hay quienes dan mantenimiento a los equipos y los artistas ensayan sus espectáculos y nuevos números para incluir.
Christian tiene una relación estrecha con los animales. Nos sorprendimos al ver el contacto directo que tiene con el león y ver como este le responde con amor, esa es la reacción de todos los animales del lugar.
Los camellos, ponys y puercoespines deben tener comida todo el día, pero en el caso del león y los tigres, comen una vez al día 15 libras de pollo cada uno.
El 12 de enero del 2015, la Municipalidad anunció la prohibición del uso de animales salvajes y domésticos en los circos que se presentan dentro del perímetro de la ciudad, por lo que mucha gente empezó a atacar al circo Rey Gitano, quienes aseguran que los animales no podrían estar en un mejor lugar que al lado de ellos.
Sin embargo, con o sin animales ellos deben seguir trabajando pues esta es su única fuente de ingresos. Es por eso que Christian sigue preparando a las nuevas generaciones de artistas, pero no para que abran otros circos, sino con el objetivo de que logren salir de Guatemala y que puedan trabajar en circos internacionales.