Ciudad Guatemala

Un ejército bien utilizado caería bien


El Ejército necesita reconfigurar sus tareas. “Salir del clóset”, donde lo metieron aquellos que le pusieron al frente de la lucha armada interna y los casi obligaron a masacrar a poblaciones indefensas

  24 noviembre, 2016 - 13:00 PM

Las Fuerzas Armadas deberían estar también para combatir esa sombra tan larga que tiene encima la sociedad guatemalteca en manos del crimen organizado.

Ayer hablé con un señor que me paró en el centro comercial Tikal Futura. Me preguntó mi opinión sobre las extorsiones y la razón del por qué no se puede terminar con esa práctica.

Además, dijo que si yo sabía por qué el Ejército no salía a las calles para combatir a los delincuentes.

Platicamos un rato y luego se fue, más confundido que antes de encontrarme. Es que parte de la charla fue su inquietud del por qué las Fuerzas Armadas no apoyan con su presencia y accionar en las calles, para enfrentar a tanta gente que se dedica a delinquir.

¡Si ellos no hacen nada! –señaló molesto-. Ya no hay guerra interna, pero sí hay delincuentes armados y bien entrenados para robar, traficar, asaltar, secuestrar y extorsionar.

Ejército

Es necesario un Ejército moderno al servicio de la población

El Ejército. Si es cierto, allí está recluido en sus cuarteles. Se tuvo que adaptar a los nuevos vientos de “la paz”, que llena los cementerios de gente honrada y trabajadora, víctimas de las balas asesinas de aquellos que se han convertido en amos y señores de las calles.

Contradictorio lo que está pasando, ¿no? Porque es uno de los Ejércitos más preparados y armados de la región centroamericana, pero no puede salir a apoyar a la población, porque se le echaría encima la llamada sociedad civil que pondría el grito en el cielo afirmando que todo no es más que “la militarización” del país.

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Además, que el Ministerio de Gobernación ni ningún otro ministerio, cuenta con un presupuesto adecuado para “pagar” por los servicios de la milicia en las tareas civiles de combatir a los malosos que tanto nos agobia.

Si no lo sabía, cuando el Ejército está en las calles, no lo hace gratis, ya que existe un pago “adicional”, con un decreto aprobado durante el Gobierno de Oscar Berger, que continuó en los primeros meses de la administración de Alvaro Colón y que luego revivió Otto Pérez Molina.

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Y estamos hablando de que esta “ayuda” empezó costando a los guatemaltecos más de Q250 millones, los cuales, como siempre, salían de los impuestos.

Así que cuando veíamos a los oficiales y soldados en calles, pueblos y caserios apoyando a la policía, nunca fue gratis. O sea, nunca hay almuerzo gratis, ¿verdad?

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Mientras tanto, que sea la Policía Nacional Civil la que siga enfrentando una situación que desde hace años la rebasó por los cuatro costados.

El Ejército bien podría participar en tareas conjuntas con las fuerzas civiles de seguridad. Ya lo hicieron en el pasado, en donde los metieron a lodazales para acabar con los “enemigos” del Estado. Y lo hicieron con mucha efectividad.

En esa época, ellos tenían un presupuesto más alto que el de Educación. Vean adónde nos llevó esa situación…

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Y en ese tiempo sí funcionaron. ¿Entonces, no sería mejor que ayudaran ahora a la población y combatir de manera directa al crimen organizado? digo, pues.

En la actualidad poco se puede hacer por frenar la violencia en sus más sanguinarias expresiones. Las cárceles están llenas y ya se demostró que no es la solución, porque desde allí siguen funcionando las estructuras del mal.

Si se quiere ver así, este es un túnel inmenso sin salida de luz o esperanza. ¿Qué se debe hacer? Como en cada trabajo quien cobra y no hace su labor se convierte en una carga. Entonces, ¿Cuál es la función real del Ejército en tiempos de paz?

Dado el inmenso amor que le tiene Jimmy Morales a las Fuerzas Armadas, bien haría como comandante en jefe, en ponerse a pensar en cómo esta institución debería ser más eficiente en los actuales momentos.

Y hacerlo sin pensar en qué dirán, ya que cada día la muerte de gente honrada está convirtiendo el vivir en Guatemala en una verdadera aventura.

Que hagan carreteras, dirá alguien como el presidente Morales. Para eso está el Ministerio de Comunicaciones, le respondo. Que hagan pupitres gritarán otros. Para ello está el ministerio de Educación, reafirmo.

Y de nuevo: todo lo hacen “cobrando” por esos servicios. O sea, nada se hace sino hay partidas presupuestarias para estos trabajos extras. Porque cuesta hacer o reparar carreteras, al igual que hacer pupitres para los alumnos.

Todo esto no es tarea del Ejército. Ellos están mejor preparados para combatir al narco o a los extorsionadores o bien a los secuestradores. Se supone que para eso se preparan y no para hacerlas de ingenieros (aunque los hay entre ellos, claro), ni para ser carpinteros (que existen ahí).

Tienen un cuerpo de inteligencia que podría bien funcionar mejor en el combate a maras, narcos, asaltantes, extorsionadores, secuestradores, en lugar de espiar a periodistas como bien puede pedirles algún trasnochado jefe o aquellos de sus exjefes convertidos en políticos y otros en diputados.

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El Ejército necesita reconfigurar sus tareas. “Salir del clóset”, donde lo metieron aquellos que le pusieron al frente de la lucha armada interna y los casi obligaron a masacrar a poblaciones indefensas con aquello de la política de “la seguridad nacional”.

A lo mejor ya va siendo hora que le devuelvan a la sociedad la confianza en una institución donde no solo han sobresalido los asesinos, narcos y aprovechados que han tapado a tanto militar con honor que ha vestido con orgullo el traje que los distingue del resto.

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Como en todo conglomerado hay gente buena y mala. Pero la institución es más que los hombres que la conforman, aunque le hagan daño. La institución ha sido muchas veces ejemplo de honestidad e incluso de compromiso político que cambió en su momento la historia del país.

Guatemala tiene tantos problemas que por algo se debe de empezar. Y si el Ejército puede hacer más de lo que ahora hace, sería ideal.

No es con armar “numeritos” en la frontera con Belice como nos van a hacer creer que es necesario un grupo como las Fuerzas Armadas. Ellos podrían ser más útiles a la sociedad con las reglas claras de su accionar en el combate al crimen organizado que hoy tiene de rodillas  a los guatemaltecos en todo el país.

Sé que aquí existe la filosofía de que si lo hago malo, si no lo hago, igual de malo. Y el Ejército no se salva de eso. Y por escribir y decir lo que pienso sobre este tema, sé que será igual de malo para muchos. Pero, peor es quedarse callado ante tanta violencia que nos afecta como ciudadanos de este país.

Además, que no busco convencer a nadie. Es solo un aporte, equivocado o no, pero aporte al final que busca tan solo que alguien en algún lugar, tome las mejores decisiones para que la gente no siga sufriendo tanto, como sufre hoy en día ante tanta violencia.

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