Ciudad Guatemala

Los corruptos al rescate de sus privilegios…


Ahora díganme ustedes: ¿merecen o no la cárcel aquellos que nos tienen como estamos en este momento que está leyendo este Entrelíneas? ¿los corruptos?

  25 noviembre, 2016 - 13:41 PM

Corrupción. Saqueo. Ladrones con tacuche que corren rodeados de guardaespaldas. Impunidad. Cárcel. Indiferencia. Y sobre todo, muchas preguntas de lo que está pasando en Guatemala.

Vamos a ver: este país ¿A quién le pertenece? ¿Tiene dueño? ¿Es de todos, de nadie? ¿Cómo visualizamos el presente y el futuro de esta nación? Y más que ese montón de preguntas que pueden hacerse, quizá lo importante podría ser ¿Quién manda sobre los millones de habitantes que cubren el suelo guatemalteco?

¿Y a éste tipo qué le pasó hoy? dirán ustedes. Lo que ocurre es que cuando pensé que teníamos un camino hacia la dignificación de la sociedad, hay muchos que no quieren que ese conglomerado que vive bajo este cielo hermoso de noviembre, transite por el sendero de la dignificación.

Plazas Fantasma Congreso

Como aquí todo debe cambiar para que nada cambie, ni modo que se debe aceptar sin más que se deje de robar a mano alzada al pueblo. ¡Eso no se puede permitir! Si se hizo durante décadas, a cuenta de qué viene ahora la CICIG a cambiar esa linda realidad que nos cobija…

No se puede permitir. Faltaba más. Si toda la vida desde que se tiene memoria, el Estado es la caja abierta para robar, nada ni nadie tiene derecho a decir que eso está mal. Jamás.

Las reuniones del mal se realizan todos los días…

Esos civiles y militares que tanto robaron del erario nacional, no quieren entender que su piñata se hizo añicos por el malestar de los ciudadanos hartos de sus desmanes y privilegios.

Que ahora pongan el grito a retumbar en sus reuniones privadas y estén complotando para que CICIG se vaya y deje de joder, es algo normal entre estos grupos de privilegiados que se hicieron millonarios, algunos, y otros acrecentaron sus fortunas o las crearon con los dineros mal habidos.

Lo peor es que están enojados y ahora en la sombra, donde les ha gustado estar, pasando desapercibidos pero llenando sus alforjas del dinero fácil que les llega por sus turbios negocios, quieren que esto acabe y mientras más pronto mejor.

¡Qué de al pelo! Ahora están molestos. Se juntan para decidir el destino de Guatemala en relación a la aplicación de la justicia y de la elaboración de leyes desde el Congreso.

Corrupción Mafalda Políticos

Todo estaba bien mientras los focos no los alumbraran. Ahora que son objeto del escrutinio popular, ya no les gusta lo que sus so
mbras proyectan
.

Por eso tantas preguntas. ¿Qué está pasando en las cuevas de Alí Baba y los cientos de ladrones? ¿Qué macabros planes elaboran para hacer que todo vuelva a la “normalidad” para ellos? ¿Estamos preparados como sociedad para defender los avances que se han tenido en la captura de los corruptos y corruptores?

Alguien me preguntaba si íbamos a ver de nuevo a la gente tomar las calles, las plazas, los parques y mi respuesta es que este país tiene una paciencia infinita y que a lo mejor aún está esperando no haberse equivocado y que al hombre al que se le dio el timón del barco, decida, de una vez por todas, ser quién mande y no dejarse mandar.

Guatemala no tiene un liderazgo real. Aquí hay muchos grupos y grupitos que toman decisiones encima de la persona que debería de tener la energía, por no decir otra cosa, de poner en orden la casa.

Y por donde uno mire, solo hay desengaño, desesperanza y tristeza. Oscuridad. Tinieblas. Si es hacia el Ejecutivo, bueno, que lástima, eso llora sangre. O se dirige la vista al Congreso, qué asco. Terrible. Luego se observa la Torre de Tribunales, horror. Lo peor se viste de negro para sumir la justicia en la cloaca de la podredumbre hedionda.

Estos tres organismos del Estado siguen siendo lo que antes eran: hoyos de gente deshonesta, sin el más mínimo amor por Guatemala o por su gente. Nada sienten, más que el amor por el dinero, las fortunas, la buena vida.

Jimmy Morales

Al resto. Bueno, si te vi no me acuerdo. Esos, el pueblo, que vea qué jodidos hace para enfrentar la violencia, la falta de medicinas, que no tenga vivienda, agua potable, educación, en fin, eso que llaman una vida digna.

Salir a trabajar, aquel que tiene un trabajo, claro, ya de por sí es una aventura de vida y muerte. Si ir al hospital es jugar a la ruleta rusa con una sola bala en la recámara. Si comer tres veces al día, es para muchos una lejana posibilidad.

Sigamos: ir a la escuela es para poca gente. No todos tienen ese derecho que aunque esté en la Constitución poca importa para esos de los que hablamos arriba, o sea, los ladrones de todos los cuellos blancos y negros que existen.

La universidad? Qué es eso… ah, ya sé. Unos grandes edificios donde se cobra un ojo de la cara para sacar una carrera. O sea, que no todos tendrán la oportunidad de pagarse una educación académica de altura.

¿Y la San Carlos, usted? Ah, es verdad. Allí está creciendo como enano. Miles de estudiantes salen cada año de institutos y colegios y vea usted, lo siento pero no hay cupo, así que hemos inventado un coladero para dejar pasar a unos cuantos…

¿El resto? Mmmm… No sé, a lo mejor logran colocarse en esos call center o buscan poner una su venta en la sexta avenida sin que se dé cuenta el alcalde Arzú. Pero estudiar, eso es imposible, sino tienen dinero para pagarse la U privada, que se los lleve la tiznada.

anciano vendedor

Sigamos. ¿Usa usted el transporte urbano? Qué mala suerte la suya. Antes de salir de casa, hínquese. Pida a Dios por su eterna alma. Dele un beso amoroso a sus seres queridos. A lo mejor tiene suerte de verlos de nuevo en la noche. ¿Es duro lo que acaba de leer? Sí, lo es. Pero es la realidad diaria de miles de personas en la ciudad.

¿Los pilotos? Esos están peor. Ya se dice que en Guatemala, ejercen la profesión más peligrosa del mundo. Olvídese de lo que dije arriba. Estos hombres si son valientes. O locos. Muchos de ellos aunque quisieran dejar este chance sin seguro de vida, no tienen otra posibilidad de mantener a su familia y toman el timón como se puede tomar un hierro al rojo vivo.

¿Qué tiene que ver todo esto que ha escrito con los corruptos, usted? Seguro se lo estarán preguntando. Todo. Tiene que ver todo. Si no hay dinero no hay salud, educación, vivienda, seguridad, ¿me capta? Sé que sí.

ataque a buses

El problema no son las cantidades que se roban porque ni usted ni yo se puede imaginar tener en sus manos (imposible, literalmente), Q23 millones. O 5, o 10 o 15… eso solo lo hemos visto, usted y yo, en la televisión, cuando los narcos están contando los dineros de la droga.

Es precisamente ese dinero que se roban, el que genera ese paisaje que le de
scribí arriba.
Ese es el verdadera y real problema.

Ahora díganme ustedes: ¿merecen o no la cárcel aquellos que nos tienen como estamos en este momento que está leyendo este Entrelíneas? Yo digo que sí lo merecen. Punto.

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