VIDEO: “WiFI Ralph” se hace viral por “blanquear” a la única princesa afroamericana de Disney
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El "blanqueamiento" de la única princesa afroamericana de Disney en su última película se hizo viral en las redes sociales al punto de llevar al estudio a redibujarla.
por Andrea Domínguez27 septiembre, 2018 - 08:00 AM
Tiana, de “La princesa y el sapo”, tiene una pequeña participación en “WiFi Ralph”, una secuela de “Ralph, el demoledor” en la que el simpático villano de arcade descubre el internet y busca hacerse viral para recaudar dinero y comprar una pieza para el juego de su mejor amiga, Vanellope von Schweetz.
Pero hacerse viral puede ser un sueño o una pesadilla.
Dos meses antes de su estreno en Estados Unidos, el 21 de noviembre, la redes sociales estallaron después que el estudio divulgara a través de sus cuentas un avance de una de las escenas de la película: el encuentro de Vanellope con las princesas de Disney.
Estaban todas: desde Blancanieves a Ariel, pasando por Jasmín, Pocahontas, Moana y Tiana, que en una primera toma -vistiendo su traje de gala– aparece con su piel negra.
Pero luego en una pijamada, aparece con un tono de piel más claro y un cabello “al natural” que muchas mujeres a las que representa la princesa la consideraron nada realista.
Anika Noni Rose, que dio voz a Tiana en 2009 y en “WiFI Ralph”, quedó sorprendida.
“Lucía muy diferente, con piel más clara y facciones más finas”, escribió esta semana en Instagram la actriz estadounidense, ganadora del Tony. “Quedé tan sorprendida como los fanáticos”.
“Llamamos al estudio para hablar de estos cambios visuales y tres semanas atrás tuve una reunión en persona con el equipo de ‘Wreck it Ralph’, mi animador original Mark Henn y otros” para cambiar la animación.
Brandi Collins-Dexter, directiva de la ONG Color of Change -que lanzó una campaña contra el “blanqueamiento” del personaje- dijo a la AFP que Disney “redibujará” al personaje como “una orgullosa princesa negra con labios carnosos y piel y cabello oscuros”, mostrando “su compromiso para abordar las preocupaciones de los miembros de Color Of Change y de la comunidad negra”.
El estudio no hizo comentarios.
Zapatilla afilada
La polémica eclipsa lo que pudo ser la escena más divertida de esta secuela, en la que ambos personajes de arcade entran a internet para comprar el volante del arcade de carreras de autos de Vanellope, “Sugar Rush”, que una niña rompió.
Y deciden que el dinero lo obtendrán a través de videos virales.
En su recorrido por el ciberespacio, Vanellope termina en el camerino de las princesas -que tiene un cartel de “área restringida”- cuando escapaba de stormtroopers (los soldados de “Star Wars”) en el sitio “Oh My Disney”.
Al verla, la reacción de las princesas es hostil. Incluso Cenicienta rompe su zapatilla de cristal como si fuera una botella y la amenaza con el lado filoso.
“Chicas, soy una princesa también”, dice la niña, antes de ser interrogada sobre sus poderes, su cabello, si le hablan los animales, si fue envenenada, secuestrada, hechizada. A todo, responde que no y añade: “¿Debería llamar a la policía?”.
“¿Asume la gente que todos tus problemas se resuelven porque un hombre fuerte y grande aparece?”, le pregunta Rapunzel. “¡Sí!”, dice Vanellope con voz molesta. “¿Por qué es que todos creen eso?”.
“¡Es una princesa!”, exclaman todas en coro, antes de cambiarse de ropa y hacer la pijamada, inspirada en la ropa cómoda del personaje de arcade.
Pamela Ribon escribió la escena. Al terminar el primer borrador, “lo leí y tuve un ataque de pánico”, recordó. “Me acosté en el piso y me dije: ‘O me despiden o esto va a ser grande'”.
Llegó a pensar que no sería aprobada, pero lo fue.
Disney incluso usó las voces originales de la mayoría de las princesas, incluida la de Anika Noni Rose.
La directora de arte, Ami Thompson, y la jefa de animación, Kira Lehtomaki, se enfrentaron al desafío de llevar estos dibujos en 2D a imágenes computarizadas (CG).
“Nos dimos cuenta de que estaban dibujados de manera muy diferente por lo que decidimos hacer una versión ‘Oh My Disney’ de las princesas”, explicó Lehtomaki. El resultado fue… viral.