Ciudad Guatemala
El Vía crucis en vivo es una experiencia personal, humana y espiritual en el colegio Don Bosco, y el que forma parte importante en el desarrollo artístico de la juventud salesiana.
El Colegio Salesiano Don Bosco realizó el Vía crucis viviente la semana pasada, La actividad cumple su 49 aniversario y ha involucrado a 800 niños en escena de todas las edades.
El Vía crucis es una actividad que se convierte en la antesala para narrar la pasión de Jesús
Fotografía: Renato Martínez / Emilio Artiga
El Vía crucis fue nombrado Patrimonio Cultural Intangible de la Nación, a través del acuerdo ministerial 504-2008, publicado el 13 de agosto del 2008.
La musicalización del evento está a cargo de la banda del colegio, la orquesta, el coro y las voces de todos los estudiantes quienes en su totalidad participan como judíos, romanos, apóstoles y demás son protagonistas de los pasajes bíblicos.
Los estudiantes del colegio Don Bosco se preparan durante 2 meses o más para sorprender al público con atuendos, escenografía, bailes, luces y musicalización.
La presentación tiene un esplendor propio que es la admirado por la plástica que se maneja, y deja maravillados a los espectadores.
El Vía crucis nace también de la creatividad y la doctrina
La arqueología bíblica ayudó al conocimiento de diversos lugares en Jerusalén donde se desarrolló la pasión de Jesús obteniendo datos importantes basados en hechos históricos.
Antiguamente se conocía a la Villa Dolorosa, que es una calle de Jerusalén, como el camino de la cruces porque habían 14 cruces que imaginaban los momentos de la pasión donde se marcaba cada estación para que los peregrinos se detuvieran.
En el año de 1342 después de Jesucristo la procesión o el peregrinaje no se hacía desde el Pretorio hasta el monte calvario, sino que empezaba en el Monte Calvario.
Con el paso del tiempo el tema del Vía crucis se fortalece, lo que ahora llaman una tradición y la convierten en una práctica religiosa, sin ser algunos pasajes de las estaciones algo bíblico.
Algunos personajes que ayudaron a la creación del Vía crucis
Fotografía: Renato Martínez / Emilio Artiga
En siglo XV y en el siglo XVI, Alvaro de Córdova quien fue un fraile de la orden de los Dominicos en el año de 1430 en su regreso de tierra santa construyó una serie de capillas pequeñas dentro de su convento en Córdova y hace una réplica o copia y visibiliza las 14 estaciones. Después esta idea, paso a más conventos.
Por su parte a los franciscanos en cada estación se les permitió dar indulgencia a lo que iban a Jerusalen y en cada estación pedir perdón por los pecados esto significaba que se tenía que pagar para que los pecados fueran perdonados.
El Papa Inocencio 11 en 1686 le concede a los Franciscanos el derecho de erigir estaciones y declaró que todas la indulgencias anteriormente obtenidas en Tierra Santa se puedan ofrecer en todas las iglesias a través del Vía crucis.
En el año de 1742 Benedicto XIV ordena a sus sacerdotes enriquecer sus iglesias con el rico tesoro de las estaciones de la cruz cobrando las indulgencias.
En 1773 el Papa Clemente XIV concede ciertas indulgencias a los crucifijos bendecidos por el rezo de las estaciones.
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