Ciudad Guatemala

Dime a qué vas al cine y te diré qué lees


Tony Alonzo expresa sus dudas y así mismo nos recomienda algunos libros que te puede interesar leer.

  15 noviembre, 2017 - 17:59 PM

Hay una pregunta que, todas las noches, como mosquito, me circula la cabeza. ¿Será que los libros se han convertido en bonitas ideas de Pinterest para mera decoración?

¿Será que esa es la miseria de Los Miserables? ¿Será que el tiempo perdido, más que un título de Proust, es un indicio del desperdicio que ha sido pasar una vida entera escribiendo Celestina, Madame Bovary o Niebla, para que nadie los lea?

 

(Esto me deja claras dos cosas: 1) que no sé contar, pues son varias dudas las que me rondan; y 2) que la diferencia entre las Kardashian y los libros es que ellas están en peligro de extensión y ellos en peligro de extinción).

 

Es por ello que aprovecho este espacio para una recomendación fortuita. O, tal vez, al azar, que suena más bonito porque le deja un cierto hálito de misterio a las cosas.

¿Te gusta Crepúsculo? Te recomiendo el libro, o, en su defecto, Dorian Grey de Óscar Wilde. ¿Te gusta Benjamin Button porque la actuación magistral de Brad Pitt te recordó lo bonito que ha de haber sido esa época inalcanzable? Leélo, es de Fitzgerald.

 

Toda película tiene su némesis literario.

 

Pero, hay veces, que este “alter ego” surge de una extraña “¿coincidencia?” como es el caso de Titanic.

 

Nadie lo olvida: 1997, segundo mandato de Bill Clinton, publicación del primer libro de Harry Potter y la tristísima y mediática muerte de Lady Di. Pero ahí estaba, entre toda vicisitud, aquél pelo lacio de Leonardo DiCaprio, prístino si se quiere, juvenil y abrazado a Kate Winslet en la punta del barco. Es una adaptación muy buena, tenía 2 videocasetes, y para aquél lejano año (¡hace 20 ya!), unos efectos ¡de lujo!

 

Y, claro, todos sabían que era una adaptación Hollywoodesca de un hecho histórico bizarro ocurrido en 1912 en la vida real.

 

¿A qué viene esto? Bueno, si te gustan los misterios, este que te recomendaré te pondrá los pelos de punta. En 1898, es decir 14 años antes del hundimiento del Titanic, Morgan Robertson escribió un relato llamado “Futilidad”. En él, se narra la historia de un barco que, a causa de un descuido de la tripulación, se estrella contra un glacial y se hunde. La relación tan directa con el hecho que ocurrió tiempo después, conmocionó al mundo, desencadenando en teorías de conspiración o en primitivas ideas de que su autor fue uno de los “viajeros del tiempo”.

¿Lo más tenebroso? Es que el barco que se hunde en el relato se llamaba “Titán”. ¿Coincidencia? No lo creo. ¿Te atrevés a leerlo?.

 

Por: Tony Alonzo
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