Ciudad Guatemala

“Quedamos a la mano de Dios”: vecinos de Amatitlán temen la furia de Iota y sin tener un lugar a dónde ir


Un total de 2 mil 500 familias viven en áreas de riesgo de la cuenca del lago de Amatitlán y de los ríos Michatoya y Mico.

  17 noviembre, 2020 - 14:32 PM

Amatitlán es uno de los tres municipios del departamento de Guatemala declarado en alerta roja por Iota, que podría sufrir sus efectos con inundaciones o deslaves, por lo que Conred ha solicitado tomar acciones de mitigación y prevención.

Según la municipalidad de Amatitlán, más del 85% del municipio es un área de riesgo debido a que más de 2 mil 500 familias habitan a las orillas de la cuenca del Lago, pero también del Río Michatoya que atraviesa de Norte a Sur y la cuenca del Río Mico de Este a Oeste, cuyos caudales suelen desbordarse e inundar varias zonas.

Aparte, pueden ocurrir deslizamientos, ante ello las autoridades han comenzado a limpiar y drenar estas cuencas, además se han comenzado a evaluar albergues donde las familias pudieran ser evacuadas, teniendo en cuenta las medidas de prevención por contagios de coronavirus debido a que el municipio cuenta con más de 1 mil 400 casos.

El huracán Mitch en 1998 y el Agatha en 2010 dejaron cicatrices en gran parte de viviendas que quedaron bajo el agua. Años después, ante la necesidad, las familias las volvieron a ocupar.

El inminente impacto de Iota en Guatemala provoca aflicción en vecinos del barrio El Ingenio, Amatitlán, que recuerdan que otros eventos climáticos los han obligado a salir por los techos de sus casas.

Aura Violeta Mazariegos tiene 35 años de vivir en ese lugar y cada año el invierno es su mayor preocupación porque un zanjón cercano a su casa, proveniente del río Michatoya, se convierte en un río violento que ha dejado su casa con una esquina en el aire, solo sostenida por llantas.

“Cada vez empeora porque una esquina de la casa está en el aire. Ya no dormimos, pero no tenemos un lugar a dónde ir. Quedamos a la mano de Dios”, dice Mazariegos, quien ya vivió la fuerza que los eventos climáticos Mitch y Agatha causaron en su sector. “Tuvimos que salir por el techo”, recuerda.

Aura Mazariegos tiene 35 años de vivir allí y cada invierno es una preocupación.

Mazariegos considera que un muro de contención podría proteger su casa y a la de vecinos, pero las puertas que ha tocado, por ejemplo en la municipalidad de Amatitlán, no se han abierto.

Guatemala ha enfrenta parte de la fuerza de Iota, que descendió de huracán a tormenta tropical a su paso por Nicaragua, pero sigue siendo peligroso pues puede generar inundaciones, deslizamientos de tierra, derrumbes, daños en carreteras y lahares en las mismas zonas donde hace apenas semanas impactó la depresión tropical Eta.

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