Ciudad Guatemala

Insivumeh da a conocer el origen de los retumbos en la capital 20 días después de que pobladores los escucharan en el área metropolitana


  31 enero, 2022 - 14:39 PM

Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) de Guatemala, dio a conocer este lunes 31 de enero que el origen de los retumbos que personas reportaron desde el 12 de enero corresponde a la actividad del Volcán de Fuego. 

Expertos de Insivumeh participaron este lunes en la conferencia de prensa del Gabinete de Gobierno y presentaron un informe del mismo, que confirma que el origen de los retumbos corresponde a explosiones del Volcán de Fuego.  

El informe llega 20 días después de que los vecinos de varios sectores de la capital y área metropolitana reportaran retumbos en sus hogares.

Amilcar Roca, coordinador de la Unidad de Vulcanología del Insivumeh, dijo que los reportes de retumbos en diversas zonas de ciudad de Guatemala y municipios aledaños, corresponden a los eventos explosivos del Volcán de Fuego y fueron perceptibles por la población, debido a las condiciones atmosféricas. 

Explicó que durante este período de tiempo la combinación de la velocidad del viento y la temperatura favorecieron para que las explosiones del volcán fueran perceptibles hasta una distancia de 35 a 45 km. 

Aclaró que esto no quería decir que el coloso estuviera más activo, sino que las condiciones atmosféricas propiciaron la propagación de ondas acústicas a una distancia más allá de lo que generalmente se puede percibir. 

 

 

Zona en donde los vecinos reportaron retumbos a mediados de enero. (Foto Guatevisión: Insivumeh)

Viento favoreció escuchar retumbos

Señaló que el monitoreo del Volcán de Fuego, a través de sensores acústicos y sísmicos permitió determinar que las erupciones de este, favorecidas por el viento y condiciones atmosféricas causaron que las explosiones fueran audibles y sensibles en ese radio de 50 kilómetros. 

Expresó que estos sensores permiten ir más allá de lo que los sentidos humanos perciben y por eso pueden hacer un análisis más profundo de lo que pasa.  

Roca dijo que el Volcán de Fuego es uno de los que cuenta con más instrumentos de medición. 

Afirmó que con base a los reportes de los vecinos se buscó información en los instrumentos y se usaron dos sensores y la red sismológica de monitoreo tectónico cerca del área metropolitana. 

El especialista informó que la explosiones puede generar diferentes señales e información.  

En el caso de las ondas sonoras, la información llega en dos paquetes, uno de alta energía que es imposible que el oído humano es imposible que detecte, y el segundo, la actividad sonora que sí es capaz de registrar el oído humano.  

Roca dijo que con los datos pueden calcular el tiempo de viaje, la energía de la explosión, la cantidad de gas, ceniza y otras cuestiones relacionadas a la actividad explosiva del volcán, y gracias a eso determinaron que fueron estas explosione las que causaron los retumbos.  

Sensores de las estaciones del Insivumeh que detectaron una amplitud de registro que se va dispersando hacia la derecha y se detectó que era una onda acústica. (Foto Guatevisón: Insivumeh)

Señaló que las ondas sonoras viajan por medio de la atmósfera y aire, y hay distintas condiciones que restringe qué puede un humano escuchar, y esto está relacionado a la temperatura y presión de la atmósfera y a la velocidad y dirección del viento y si alguno de estos factores no son los propicios para la propagación del sonido a larga distancia, es muy difícil que el oído humano pueda escucharlo, pero los sensores sí.  

Añadió que la dirección del viento a distintas altitudes no es la misma y todo eso juega a favor o en contra de lo que los oídos pueden escuchar.  

Los registros instrumentales de los sensores sísmicos volcánicos, de infrasonido y sísmicos tectónicos confirmaron que hubo una amplitud en el registro de los datos en todas las estaciones sísmicas el cual se va dispersando hacia la derecha, lo que indica que es una onda acústica. Finalmente se comprobó que la fuente de las ondas eran las explosiones del Volcán de Fuego y que la fuente con que se propagó coincide con la velocidad del sonido que es de 340 metros por segundo.  

Dijo que aunque hubo muchos eventos, no todos fueron audibles para la población.  

El experto del Insivumeh dijo que eventos como este pueden seguir dándose, dependiendo de las condiciones atmosféricas, pero dijo que la población debe estar atenta y reportar los retumbos, porque algunos de estos pudieran no ser a consecuencia del Volcán de Fuego, por eso siempre es bueno informar.  

Se confirma hipótesis de la UMG 

El Servicio Sismológico de Guatemala de la Universidad Mariano Gálvez (UMG), publicó un informe el 19 de enero de 2022 en el que decía que según su análisis, los retumbos que escuchaban los vecinos eran producto de explosiones del Volcán de Fuego.  

“Teniendo en cuenta los reportes se realizó una revisión del registro sísmico del arreglo metropolitano en los intervalos de tiempo indicados por la población”, señalaba el análisis que agregaba que en esos horarios se identificaron eventos “bien definidos”, especialmente en horas de la madrugada. 

Añadía que de esos eventos se seleccionó el más significativo, registrado en la madrugada del lunes 18 de enero y que fue sometido a un análisis a profundidad para determinar el tipo de onda y el origen. 

El análisis determinó que, aunque las frecuencias producidas por los retumbos podrían asociarse a un sismo, la forma y propagación muestran lo contrario. 

Los sensores que primero registran los movimientos son los ubicados en Antigua Guatemala, lo que hizo suponer al equipo de expertos que el epicentro se ubicaba cerca de ese lugar. 

Se informó que al obtener todos los datos se trianguló la información por medio de aplicaciones digitales que permitieron determinar que las coordenadas coinciden con el Volcán de Fuego, “confirmando que este es la fuente de los retumbos”. 

En Guatemala hay 36 volcanes, de los cuales tres están activos: Santiaguito, Pacaya y Fuego.

Este último tuvo una violenta erupción el 3 de junio de 2018, que provocó una avalancha de flujos piroclásticos, una mezcla de gases, ceniza y rocas ardientes, que arrasó la comunidad San Miguel Los Lotes, dejando 194 muertos y 234 desaparecidos.

También cubrió de ceniza varios poblados ubicados a decenas de kilómetros y obligó al cierre del aeropuerto internacional de la capital. De esa erupción, tres mil 343 personas siguen en refugios temporales a la espera de que el gobierno construya un proyecto de viviendas.

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