Ciudad Guatemala

Entre 22 y 55 años oscila la edad de los pacientes críticos por covid-19, según presidente del Colegio de Médicos


“Actualmente en las unidades de terapia intensiva que estamos manejando pacientes con covid-19 no son pacientes tan ancianos, aunque si tienen las mismas morbilidades y enfermedades asociadas, diabetes, hipertensión, cardiopatía isquémica y agregamos obesidad" señala Jorge Luis Ranero.

  07 junio, 2020 - 19:31 PM

Los síntomas más habituales de la covid-19 son la fiebre, tos seca y el cansancio general, pero estos varían en cada paciente, algunos no los legan a sentir pero otros pueden terminar en una unidad de cuidados intensivos sin la capacidad de respirar por sus propios medios.

Pacientes leves

El 80% de los pacientes infectados por SAR-Cov2 presenta reacción de forma leve, algunos completamente asintomáticos y otros con síntomas como fiebre, dolor de garganta, dolor muscular y síntomas generales.

El tratamiento de un paciente leve consiste en medicamentos para fiebre y dolor e hidratación, por lo que un paciente leve puede ser tratado en casa, con un adecuado monitoreo de la evolución de la enfermedad.

“El tratamiento en casa debe cumplir algunos requisitos como aislarse en una habitación que idealmente tenga su propio baño, para no contagiar al resto de la familia. Una persona de la casa debe estar designada para la atención de este paciente. En caso que no se tengan estas condiciones, el paciente debe estar en resguardo de salud pública” asegura Jorge Luis Ranero, Presidente del Colegio de Médicos y Cirujanos de Guatemala.

Pacientes moderados

Otro 15% de los pacientes tienen una reacción moderada, manifestando fiebre, dolor de cuerpo, pero se complica con dificultad para respirar, que es una sensación de falta de aire como consecuencia que los pulmones se encuentran afectados con neumonía causada por el virus, estos pacientes necesitan apoyo de oxígeno.

“Este tipo de pacientes necesita tratamientos específicos para disminuir la carga de virus, disminuir la respuesta inflamatoria. No son antinflamatorios generales, son tratamientos específicos utilizados en la enfermedad. Este paciente debe estar hospitalizado para que esté vigilado, monitoreando su concentración de oxígeno, que su proceso de respiración sea adecuado y evitar que llegue a una fase crítica”, explica Ranero.

Pacientes críticos

El último 5% de pacientes con coronavirus, son los críticos, para quienes la neumonía causada por el virus se convierte en grave, generando muchas toxinas y respuesta inflamatoria que afecta diferentes órganos. Es necesario tratar a un paciente al igual que el moderado, en el hospital pero ya en una unidad de terapia intensiva.

“Como su neumonía es muy severa y afecta a diferentes órganos en relación a su inflamación, necesita la unidad de terapia intensiva, ya sea con administración de oxígeno a alto flujo, ventilación mecánica por medio de mascarilla y en el peor de los casos, ventilación mecánica por medio de la colocación de un tubo hacia los pulmones, además de todo el tratamiento antiviral, antinflamatorio y tratamientos médicos muy específicos” añade el representante del Colegio de Médicos.

Previo a intubar a un paciente crítico, se le deben administrar medicamentos para el dolor y para sedarlo, es entonces cuando se introduce el tubo en la tráquea para que esté conectado al ventilador mecánico.

Durante el tiempo que el paciente permanezca intubado le será administrada una infusión de medicamentos sedantes y para el dolor de forma continua, si bien nos se pretende que el paciente esté totalmente dormido, sí en un estado de consciencia deprimido por el efecto de los medicamentos para que se acople bien al ventilador.

“El promedio que los pacientes con covid-19 están ventilados va desde 15 y 20 días, un proceso bastante largo, en función que tiene que ir resolviendo toda la inflamación pulmonar y la inadecuada utilización de oxígeno del cuerpo antes de empezar a despertar al paciente, y poco a poco a medida que despierta que tenga más esfuerzo ventilatorio propio se le va bajando la programación del ventilador hasta retirarlo” explica Jorge Ranero, quien además es médico intensivista.

Si la persona que programa el ventilador tiene amplios conocimientos no debe tener efectos secundarios en el paciente, idealmente un intensivista, dedicado al tratamiento de pacientes críticos y experto en ventilación mecánica.

Si el tratamiento de ventilación mecánica es administrado por una persona que no es experta existen lesiones secundarias al uso del ventilador, señala Jorge Ranero, quien añade que lo más aconsejable es que pacientes críticos sean atendidos por intensivistas.

El también presidente de la Asociación de Medicina Crítica de Guatemala, señala que a pesar que la literatura mundial advierte que los pacientes críticos son de edad avanzada y tienen enfermedades previas como diabetes, hipertensión y cardiopatía isquémica; en la población guatemalteca varía un poco porque la población es muy joven.

“Actualmente en las unidades de terapia intensiva que estamos manejando pacientes con covid-19 no son pacientes tan ancianos, aunque si tienen las mismas morbilidades y enfermedades asociadas, diabetes, hipertensión, cardiopatía isquémica y agregamos obesidad, que es un factor importante de riesgo que hemos encontrado en los pacientes críticos” asegura el también jefe de la unidad de cuidados intensivos del hospital de enfermedades del IGSS.

Los pacientes de terapia intensiva del seguro social, oscilan entre los 22 a los 55 años, el mayor número, aunque se han tenido pacientes de más de 80 años, la gran mayoría es una población joven, según el jefe de la unidad.

Mientras un paciente permanece intubado su alimentación es por medio de vía enteral a través de una sonda nasogástrica, con fórmulas nutricionales que tienen todos los requerimientos de carbohidratos, grasas, proteínas y se calculan según el peso de cada paciente; dependiendo la complicación del paciente, también se puede alimentar vía parenteral, es decir por medio intravenoso.

Además los pacientes con convid-19 en estado crítico tienen colocada una sonda de Foley que pasa a través de la uretra y hacia dentro de la vejiga con el propósito de drenar la orina.

Entre las secuelas del tratamiento en una UCI está la pérdida de masa muscular, por muchas razones, que van desde la inmovilización prolongada a los efectos de los tratamientos de la UCI, como la ventilación mecánica, la rehabilitación para volver a su vida común puede progresar en cuestión de meses o incluso años.

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