Ciudad Guatemala

“En el año hubo sentimientos de frustración y decisiones del gobierno que dejaron mal sabor de boca entre la población”, dijo Gonzalo de Villa, arzobispo de Guatemala


El monseñor Gonzalo de Villa, arzobispo de Guatemala en un audio enviado para Radio Vaticano el 31 de diciembre pasado hizo un balance del año 2020 y mencionó las consecuencias graves que ha dejado la pandemia en el país, entre otros temas.

  02 enero, 2021 - 10:32 AM

De Villa compartió que, en muchos lugares de las zonas más aisladas y alejadas del país, principalmente donde hay población campesina e indígena la situación del nuevo coronavirus es crítica porque tienen menos acceso a la salud.

Por esa razón existe un número indeterminado de muertes que no se han contabilizado a causa del covid-19.

“Tenemos unos datos estadísticos en los que sin duda hay subregistro y entre esos casos hay historias de familias, personas de la tercera edad o jóvenes que han fallecido o han quedado golpeados por la pandemia”, expresó el arzobispo de Guatemala.

Además, agregó que en noviembre el país fue azotado por dos tormentas tropicales llamadas Eta e Iota, ambas se presentaron fuera de época, y golpearon a una parte importante del país, especialmente a Izabal, Alta Verapaz, Quiché y Huehuetenango, Chiquimula.

El impacto de los fenómenos naturales en conjunto han desnudado la realidad que en partes de Guatemala se vive en medio de un peligro constante por las fuerzas de la naturaleza donde las condiciones de habitación son precarias y en parte se debe a la falta de apoyo del Estado y tampoco hay oportunidades de vivienda, enfatizó.

De la popularidad al desgaste

Gonzalo de Villa se refirió al actual gobierno que lidera Alejandro Giammattei, que ya ha cumplido su primer año y que comenzó generando muchas expectativas a principios del 2020, pero su alta popularidad se ha ido desgastando.

El obispo indicó que esta dinámica se debe en parte a la deficiente gestión de la salud de cara a la pandemia donde la capacidad de gestión ha sido lenta.

“En el conjunto del año hubo sentimientos de frustración, descredito por decisiones que dejaron mal sabor de boca  la población y desataron manifestaciones masivas por la aprobación de un presupuesto cuestionado”, resaltó De Villa.

Además, la corrupción endémica que permea todas las estructuras del Estado y el tema del presupuesto, considerado desfinanciado por algunos sectores y en el que no es evidente el deseo de favorecer a los más pobres del país.

Las manifestaciones fueron manipuladas, en su momento, hubo represión policiaca con algunos manifestantes pacíficos.

Esta realidad evidencia más la disparidad económica, generan situaciones de conflictividad social que se expresan en la crisis política.

Vacuna accesible para todos

El año 2020, afirma el arzobispo de Guatemala, “nos deja obviamente preguntas y cuestionamientos; estamos frente a un 2021 que todavía no sabemos cómo va a transcurrir”. Seguramente, indica, “vamos a seguir manteniendo los efectos de la pandemia”.

El prelado constata que, así como está sucediendo en el mes de diciembre, que el número de contagios se va elevando, continuará al menos al inicio del 2021.

Monseñor de Villa invita a la población guatemalteca a seguir respetando las medidas sanitarias para contrarrestar los efectos del virus. A pesar de que todo habla de incertidumbre, el prelado anima a los fieles a tener esperanza.

Esperanza también por la llegada de la vacuna y expresó que ojalá se pueda distribuir “de manera accesible a la mayoría de la población”.

El arzobispo finalizó el balance afirmando que la situación económica se dibuja con muchas dificultades para todos, pero especialmente para la población más pobre.

“Quizá pudo habernos ido peor”, pero además de la laboriosidad, mucha gente se las ha ingeniado para sobrevivir desde la informalidad, y esto ha disminuido los efectos económicos de la pandemia, concluyó.

La vida eclesial

A nivel eclesial, acota monseñor Gonzalo de Villa, a causa del Covid-19 “hemos tenido el fallecimiento de 10 sacerdotes, varias religiosas y un número significativo de laicos, reconocidos y activos en la vida de la Iglesia”.

Otro evento importante, subraya el obispo, es la publicación de la encíclica Fratelli tutti del Papa Francisco: “ha marcado un momento importante para dar ánimos y sobre todo para que ese sentimiento de hermandad” no solo con la gente de Iglesia, “sino con gentes de otros sectores”.

Monseñor Gonzalo de Villa declaró que “Demos gracias a Dios sabiendo que confía en nosotros, en nuestra responsabilidad y pedirle que bendiga a este país querido, sufrido, desigual y maravilloso que es Guatemala”.

*Con información de Vatican News

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