El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el sábado que el nuevo coronavirus seguía presentando una amenaza baja para los estadounidenses y que no había razón para entrar en pánico, luego de que se confirmara la primera muerte por la epidemia en ese país.
El gobierno de México llevaba semanas anunciando que pasaría, y finalmente sucedió: el coronavirus llegó al país.
Un pasadizo olvidado utilizado por primeros ministros y luminarias políticas, y cerrado por trabajadores victorianos, fue descubierto en el palacio de Westminster, sede del Parlamento de Reino Unido.
Aunque ya existe una serie de tratamientos médicos contra el coronavirus, unos 20 proyectos en el mundo corren contra el reloj para fabricar una vacuna eficaz.