Ciudad Guatemala

La historia de la joven que fue secuestrada, violada y asesinada tras un baile: 46 años después se supo quién fue el victimario


Carla Walker estuvo durante días eligiendo el vestido e imaginando el peinado que usaría esa gran noche del 17 de febrero de 1974.

  25 septiembre, 2020 - 17:28 PM

Era el festejo por San Valentín de su colegio y quería impresionar a su novio en esa velada que debería ser especial, única.

Juntos fueron al baile en Western Hills High School, en Forth Worth, Texas, donde vivían ambos, cita la publicación de Infobae.

Pero algo aterrador ocurrió, ya que cuando ambos se encontraban en el automóvil, ella fue sacada a la fuerza y de forma violenta por un extraño.

Nunca más volvería a ser vista con vida, añade la publicación.

Las fuerzas policiales locales buscaron desesperadas por todo el condado y por parte del Estado dónde podría estar Carla, de 17 años.

Dos días después fue hallada sin vida y ultrajada.  Había sido abandonada debajo de una carretera, cerca de Benbrook Lake. Presentaba signos de violencia extrema y violación.

El femicidio conmovió a la opinión pública y las investigaciones comenzaron a ir en todas las direcciones. Pero sin resultados.

Fueron sorprendidos por un sujeto

Esa fría y fatídica noche, Carla y su novio, Rodney McCoy, fueron sorprendidos por un sujeto mientras estaban aparcados en el interior de su automóvil.

Habían ido a charlar luego de la fiesta a un lugar de entretenimientos cercanos, al Ridglea Bowling Alley.

El hombre abrió abruptamente la puerta donde estaba la víctima y apuntando a ambos con su revólver los amenazó y les indicó “¡Voy a matarlos!”. Luego, golpeó al joven que acompañaba a Walker hasta desmayarlo y se fue con ella y desapareció por completo.

McCoy declaró luego ante la Policía lo poco que había logrado ver en la cerrada noche. Quien secuestró a su novia era un hombre de complexión fuerte, pelo castaño de corte militar, que llevaba en su cabeza un sombrero de cowboy.

Esa descripción más una revista de armas encontrada en el automóvil secuestrado condujo a un sospechoso: Glen Samuel McCurley.

El hombre fue interrogado el siguiente 3 de abril, pero juró que no poseía el revólver que se le atribuía y que le había sido robado cuando salió de pesca tiempo atrás.

McCurley tenía antecedentes por robo de vehículos, pero no consiguieron pruebas para vincularlo con este dramático hecho.

Sin más pistas que esas, pero no concluyentes, los investigadores mantuvieron en el radar a McCurley durante décadas porque estaban seguros de que algo tenía que ver con el secuestro, la violación y el brutal femicidio.

Infobae añade que hasta que finalmente, los detectives Leah Wagner y Jay Bennett pudieron cotejar las pruebas de ADN que habían colectado del cuerpo de Carla.

Lo hicieron en GEDmatch, la misma base de datos que provocó la caída de un célebre asesino serial de los 70.

“Llevamos su caso tan lejos como pudimos con la tecnología actual y la evidencia que teníamos en ese momento”, dijo Bennett al anunciar el arresto.

“Gracias, Jesús. Cuando me notificaron, la palabra que vino a mi mente fue ‘finalmente’. Finalmente. Después de 46 años, finalmente”, dijo en conferencia de prensa Jim Walker, hermano de Carla cuando fue informado por las autoridades que uno de los sospechosos por el aberrante homicidio había sido apresado.

Las pruebas, ahora, eran concluyentes contra McCurley quien tiene 77 años y fue detenido el pasado lunes.

Las muestras de ADN que tenían los investigadores fueron cotejadas en ese banco genético que llevó hasta familiares cercanos al sospechoso. Con esas pruebas, consiguieron más evidencias.

En julio de 2020 recogieron ejemplos en la basura de McCurley que servirían para comparar las secuencias genéticas de lo recolectado en la escena del crimen en 1974 con las del presente. Ya no habría dudas, si estas coincidían.

“El ADN ha existido desde mediados de los años 80, pero hay avances continuos en la forma en que intentan encontrar ese ADN y también en cómo se extrae ese ADN”, según informó la detective Wagner. “Así que fueron estos procesos más nuevos los que nos permitieron obtener un perfil”.

Carla Walker y su novio Rodney McCoy (Foto tomada de Infobae)

Los artículos de basura se enviaron para ser analizados y los detectives se enteraron el 4 de septiembre de que eran exactas con el perfil de ADN masculino que se encontró en la ropa de Carla, de acuerdo con la cadena de noticias WFAA.

Seis días después, los detectives fueron a la propiedad de McCurley en Tarrant County para hablar con él y su esposa.

El sospechoso, sobre quien las pruebas ya eran contundentes, volvió a negar todo: respondió que no había secuestrado o matado a nadie y que no conocía a ninguna adolescente con aquel nombre.

“Estamos rezando por usted; no lo odiamos”, dijo Jim Walker en la misma conferencia en la que anunció la detención del asesino.

 

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