Hace más de 300 años, el científico neerlandés y pionero de la microbiología Antón van Leeuwenhoek describió el movimiento del espermatozoide humano como un "culebreo" de lado a lado de la cola del gameto que lo impulsaba hacia adelante.
"Hemos tenido que trabajar muy, muy rápido", dice la profesora Sarah Gilbert a la BBC.
Desde que surgió por primera vez a fines de diciembre en la provincia china de Wuhan, el coronavirus ha tenido un efecto devastador en la población.
Los microbios son el grupo verdaderamente dominante de las formas de vida. Estos pedazos invisibles de materia biogénica han estado controlando los asuntos de la Tierra durante miles de millones de años.
Aunque investigaciones recientes sugieren que los anticuerpos contra la covid-19 pueden perderse en solo tres meses, han surgido nuevas esperanzas en el horizonte con las enigmáticas células T.
Las mascarillas o tapabocas se han convertido en el símbolo por excelencia de la “nueva normalidad” impuesta por el coronavirus, pero nuestra piel apenas empieza a acostumbrarse a ellas.