“Todo sobre el asado” o controversias de una pasión argentina
El típico asado argentino enciende controversias en este país habitado por carnívoros apasionados e inspiraron una sarcástica película para derribar mitos.
Buenos Aires, Argentina | AFP | por Liliana Samuel
El típico asado argentino enciende controversias en este país habitado por carnívoros apasionados, que hacen una cuestión de estado de su carne vacuna cocida a las brasas e inspiraron una sarcástica película para derribar mitos.
Con “Todo sobre el asado”, que se estrenó este jueves en los cines de Argentina, los directores de “El hombre de al lado” (2009) y “El ciudadano ilustre” (2016), Gastón Duprat y Mariano Cohn, se burlan de la supuesta ciencia de una comida de pretendida “argentinidad”.
“El asado es un tema muy convocante, despierta pasión, mucha gente tiene cosas para decir, sepan o no sepan. Tiene muchas implicancias extragastronómicas”, explica a la AFP Duprat.
Pese a la convicción de muchos de sus compatriotas, para él “es una obviedad gigante que el asado no es argentino”.
Machos o no tanto, comida original o no tanto, cortes únicos o no tanto, chefs, parrilleros, carniceros y comensales defienden sus postulados como una verdad absoluta a lo largo de 85 minutos de una película que demandó tres años de realización.
“Luce como un documental pero todo es ficción. Muchos de los personajes son reales pero no existe la real realidad, todo tiene su manipulación”, cuenta el codirector de la película, que participó en 2016 de los festivales de San Sebastián en España y de Guadalajara en México.
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A semejanza de la exitosa “El ciudadano ilustre”, buscan incomodar al espectador a través de personajes casi caricaturescos, al borde del ridículo, pero no buscan llegar a una verdad, dice.
Tradicionalistas y machistas se expresan sin disimulo.
“A algunos les causa gracia la película pero otros se enojan mucho”, admite Duprat.
– Una de cowboys –
Un ingeniero hidráulico e historiador defiende científicamente el origen argentino del asado de tira, uno de los cortes preferidos para “tirar a la parrilla”.
Pero es desafiado por un economista y cocinero estadounidense que asegura que ese plato lo comían los cowboys.
Lo único realmente autóctono es el asado con cuero, dice en el filme el relator encargado de mantener el hilo conductor de la historia.
Es el “Negro” Álvarez, un famoso humorista oriundo de Córdoba, en el centro de Argentina, que confiesa haber comido 3.000 asados en su vida y que gusta rociarlo “con vino o un buen champán o espumante”, confiesa a la AFP tras una proyección al aire libre de la película en el marco del BAFICI (Festival Internacional de Cine Independiente de Buenos Aires).
Álvarez elogia a los dos directores y al guionista Andrés Duprat: “Son muy irónicos, unos observadores tremendos ¡Hay que conseguir todos estos personajes! Me encanta el manejo de los tiempos, los silencios que parecen eternos pero que la gente aplaude”, dice.
– Aplauso para el asador –
El público del Festival responde a las expectativas de los directores del filme que saldrá también a partir del 7 de mayo por el canal de cable I-Sat y luego estará en Netflix internacional.
Las escenas más dramáticas, el silencio prolongado de un entrevistado, provocan carcajadas.
“Siempre me llamó la atención esa tradición de aplaudir al asador y ahora entendí que es un ritual”, sintetiza Julián Sandoval, un colombiano que considera “muy chévere cuando una sociedad es capaz de reírse de ella misma”.
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En la pantalla, se debate sobre qué leña usar para el fuego o el punto de cocción de la carne, un “sommelier de carne” se pone a prueba y una vegetariana destroza la costumbre.
Una familia de origen judío se dedica a hacer chazinados de cerdo, un psicólogo pone en duda la presunta masculinidad de la tradición parrillera y un porteño un poco engreído invita a potenciales alumnas a aprender a asar en 12 clases en su Escuela de Parrilleros.
Los argentinos comen una cantidad récord de carne de vaca, plantea la película aunque la estadística indica que el promedio bajó a 60 kg per cápita al año “en un país de 51 millones de vacas y 44 millones de habitantes”, según el relato.
“Somos tan carnívoros, que en Argentina al pollo se le dice pollo, al cerdo se le dice cerdo y a la vaca se le dice carne”, formula Duprat.