Lleva 30 años inyectándose veneno de serpiente
Un grupo de investigadores quiere ahora crear un nuevo antídoto a través de la temeraria práctica de este británico de 51 años.
Steve Ludwin se ha inyectado veneno de serpientes durante casi 30 años. Una práctica que casi le ha costado la vida pero que, ahora, podría salvar la de miles de personas. Todo ello gracias a un grupo de investigadores que están tratando de crear un nuevo tipo de antídoto a través de los anticuerpos que genera el sistema inmunitario de Ludwin.
Ahora Ludwin tiene 51 años, obsesionado con las serpientes comenzó a inyectarse pequeñas cantidades de veneno cuando tenía veintitantos años. Su inspiración fue Bill Haast, un entusiasta estadounidense de estos reptiles de los que extraía veneno para la investigación médica.
Este músico que se ha inyectado veneno de las serpientes más peligrosas del planeta – mamba negra, cobra, hierro de lanza- también ha tenido varios accidentes, incluso una sobredosis. Dice que esta práctica parece una locura, pero que de hecho tiene efectos potencialmente positivos para la salud.
Su singular afición ha cobrado un nuevo significado desde que un equipo de investigadores de la Universidad de Copenhauge se propuso producir un antídoto gracias a los anticuerpos de este donante único.
Una exposición sobre el veneno en el Museo de Historia Natural de Londres, que comienza hoy viernes, le dedica un cortometraje a este hombre, que ha ayudado al avance de la investigación médica.
Avance de la investigación médica
Cuatro investigadores trabajan a tiempo completo en este proyecto, que debería estar finalizado en un año. Si funciona, sería el primer antídoto hecho por humanos diseñado por un donante que se ha inyectado veneno de distintas serpientes.
Con un antídoto derivado del hombre, no se puede excluir por completo que habrá alergias, pero la probabilidad es mucho menor que con anticuerpos de animales.
Según la OMS, las mordeduras de serpiente también son un problema de salud pública que esta algo “descuidado”. Se estima que alrededor de 5.4 millones de personas en todo el mundo son mordidas por serpientes, y entre 81,000 y 138,000 mueren. La ciencia y tal vez las futuras víctimas de serpientes puedan agradecer a Steve sus esfuerzos.
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