¿Qué le pasa a mi cuerpo si me trago un chicle?
Cuando eras niño y comenzaste a mascar chicle, muy probablemente tus papás te decían que no te lo tragaras porque iba a quedarse en tu estómago por años.
Cuando eras niño y comenzaste a mascar chicle, muy probablemente tus papás te decían que no te lo tragaras porque iba a quedarse en tu estómago por años. Pero seguro también entre esas creencias de niño llegaste a pensar que si te comías las semillas de alguna fruta, comenzarían a germinar en tu estómago.
El chicle está compuesto por goma, edulcorantes y agentes suavizantes, por lo que ni la saliva ni los ácidos del estómago son lo suficientemente fuertes como para poder deshacerlo.
Al no poder ser digerido por los “métodos tradicionales”, nuestro sistema crea un mecanismo natural para poder expulsar objetos y comidas extrañas. Por eso cuando nos tragamos un chicle u objeto que no puede ser digerido, este es arrastrado poco a poco por los nuevos alimentos que vayamos ingiriendo, hasta llegar a los intestinos para ser liberado de forma natural.
Así como esos ejemplos, hay muchos otros mitos. Sin embargo, el chicle no se quedará en tu estómago por más de una semana. Es cierto que está hecho con una sustancia sintética no digerible, pero el estómago vacía periódicamente su contenido al intestino delgado, así que después irá al colón y pasará a las heces fecales.
En palabras del Dr. Edwin Mcdonald, Gastroenterólogo de la Universidad de Chicago y Director Asociado de Adult Nutrition “La ingestión repetida de chicle puede conducir a una pequeña masa de material no digerible que potencialmente puede provocar una obstrucción intestinal”.
En conclusión: no pasa nada si de vez en cuando te tragas el chicle por accidente, pero sé cuidadoso, pues sí podrías tener problemas intestinales si la acción se repite frecuentemente.