Neymar y la Selecao preparados para el asalto al Kremlin
Tras una remontada de vértigo, el mundo volverá a pararse para Brasil el 17 de junio de 2018, cuando arranque su asalto por la Copa que le rompió el corazón cuatro años antes.
Bajo las ruinas del Mineirazo de 2014, el próximo Mundial quedaba en otra vida para una Seleçao destrozada por la humillación en casa, y que aún caería más bajo. Hasta que apareció Tite para sacarle del infierno y darle el primer boleto sudamericano hacia Rusia, adonde ahora llega sambando.
Tras una remontada de vértigo, el mundo volverá a pararse para Brasil el 17 de junio de 2018, cuando arranque su asalto por la Copa que le rompió el corazón cuatro años antes.
En la lejana Rostov, a la ‘canarinha’ le espera mucho más que Suiza, su primer rival en el grupo E, donde luego se verá con Costa Rica y Serbia. Allí tendrá que enfrentarse de nuevo al fantasma del fracaso, con medio planeta mirando y un país esperanzado conteniendo la respiración.
Gran parte de esa ilusión recuperada es culpa de Tite, quien consiguió lo que parecía imposible hace solo dos años: sacar a Brasil del túnel al que le había empujado el 7-1 de Alemania, y que con Dunga no tenía salida.
Su aterrizaje a mitad de 2016 fue un bálsamo para una Seleçao perdida, que en apenas siete meses recuperó la fe y el pulso, pasando de estar fuera de los puestos de clasificación a llegar a Rusia mucho antes que nadie.
No es de extrañar que al saber que su equipo estaba matemáticamente en la Copa tras la victoria ante Paraguay en marzo, Tite levantara las manos al cielo y confesara que iba a tomarse una caipirinha de tamaño natural.
Con una brillante hoja de servicios en las eliminatorias -donde ganó diez de los doce partidos que dirigió, por dos empates, con 30 goles anotados y tres encajados-, pocos quieren oírle ahora cuando pide prudencia.
“Yo no sé si Brasil va a ganar, y no prometo ganar. No le hago eso a los jugadores, no soy demagogo”, aseguró tras el sorteo.
– Contra el pasado –
Trata el técnico de prevenir así una de las principales grietas que acabaría en el derrumbe de 2014, pero la resurrección cinematográfica de su ‘canarinha’ es una de las pocas alegrías que se ha llevado este país que respira fútbol en unos años oscurecidos por la crisis y la corrupción.
“El principal desafío de Tite es contener la euforia, que es el mismo problema de 2014”, valoró a la AFP el escritor y columnista del diario Lance! Joao Carlos Assumpçao, recordando el triunfalismo que rodeó a aquella Seleçao que venció la Copa Confederaciones-2013.
“Entonces nadie contestaba a los jugadores que Felipao [Scolari] convocó, ni a él como técnico, y pasó lo que pasó. Ahora todo el mundo quiere a Tite, nadie está contestando a los jugadores y la gente tiene grandes expectativas. Parece que Brasil no aprendió absolutamente nada”, advirtió.
Pero esta ‘canarinha’ ya no es el misma de entonces. Para llegar a Rusia ha tenido que salir antes del infierno y de una profunda crisis de identidad, que solo superó volviendo al balón. Esa fue una de las grandes obsesiones de Tite, empeñado en liberar a Neymar y los suyos del peso de los reproches.
De su mano aterrizó también el joven Gabriel Jesús, quien en apenas un año pasó de recibir su primera llamada para la Seleçao a terminar las eliminatorias como artillero del equipo con siete tantos, uno por delante de ‘Ney’.
– Ahora o nunca, Neymar –
Nadie le disputa, sin embargo, los focos a Neymar, decidido a coronar en Rusia la temporada que le convirtió en el fichaje más caro de la historia.
A solo dos goles de igualar a Romario como cuarto mayor artillero de la ‘canarinha’ con 55 tantos, el último gran ídolo del fútbol brasileño tendrá una ocasión ideal para demostrarle al mundo que con los 26 recién cumplidos, el ‘menino’ de la cresta dorada se ha hecho mayor.
“Neymar es un jugador fantástico, uno de los principales del mundo, pero creo que como líder todavía le falta mucho. Recibe muchas tarjetas, reclama mucho. Aún precisa madurar y va a ser mucha presión sobre él”, opinó Assumpçao.
Tampoco está siendo un año especialmente dulce para la estrella del PSG, quien no pudo aguantar las lágrimas al escuchar cómo su seleccionador le defendía de las críticas en Francia, tras el amistoso contra Japón de noviembre.
Superados los roces del pasado, ‘Ney’ ha encontrado en la calidez familiar del seleccionador la protección que tanto extrañó en una ‘canarinha’ que desde muy joven le dejó solo en el disparadero.
“Tenemos confianza en lo que Tite nos pasa, escuchamos atentos. Ese es el poder del equipo, su unión. Es lo que nos hace diferentes. Queremos mejorar todavía más en busca del mayor sueño, que es ganar la Copa del Mundo”, había dicho poco antes.
Ahora la historia aguarda por ambos en Rusia.
© Agence France-Presse