La algarabías y tristezas a través del arte de la palabra de un escritor

¿Les ha pasado que se “trauman”, con todo y la falta ortográfica del término, con algún escritor? ¿Que han leído todos sus poemas, sus cartas, sus múltiples biografías en que realmente nunca parecen ser la misma persona? ¿Que, cuando los buscan en Wikipedia, siempre encuentran alguna errata, pues ustedes conocen más que cualquiera sus obras y su vida?

A mí sí. Es que encuentro fascinante esas vidas que postergaron sus algarabías y tristezas a través del complejo arte de la palabra. Y hoy, por eso mismo, les traigo la primera recomendación de cómo los cineastas, postergaron a través del hermoso arte de la imagen de una de las vidas de estos seres luminosos a los que llamamos escritores. Esta, como digo, es la primera de una serie de recomendaciones de películas de dicha índole que estaré haciendo esporádicamente.

Eclipse Total

Si hay un escritor que considero mítico es el joven Arthur Rimbaud. Formó parte de “los poetas malditos”, apodados así puesto que su ideal poético era el desarraigo de los sentidos. Pero más allá de eso, Rimbaud (que se pronuncia Rimbó), escribió su mayor producción artística antes de los 19 años. Búsquenlo. En sus fotos tiene la apariencia de un niño mimado, sin una verdadera pinta de l’enfant terrible, como lo catalogaron en la época.

Y no solo eso, sino que tuvo una convulsa relación con el también poeta maldito Paul Verlaine.
Y no solo eso, sino que grandes literatos del siglo XX loaron sus escrituras, por lo que cautiva que un “niño” pudiera ganarse la admiración de William Faulkner, Rubén Darío, Pablo Neruda, Julio Cortázar, entre otros.

Por eso, vean la apasionante vida de este pequeño grande (valga el oxímoron), interpretada por nada más y nada menos que Leonardo DiCaprio en la película “Eclipse Total”. Además, el gran Paul Verlaine, está interpretado por el fino histrionismo de David Thewlis, quien quizá conozca por su magistral interpretación del Profesor Lupin en Harry Potter.