Axel Carranza, el médico que murió hace un año en el volcán de Acatenango sigue siendo recordado

Axel Carranza iba a realizar el primer ascenso del año pasado en el volcán de Acatenango, pero las condiciones del clima no le permitieron disfrutar de esa aventura y murió.

Ahora es recordado por sus dos pequeños hijos y su esposa quien nos abrió las puertas de su casa a un año de la tragedia.

Axel ya tenía todo preparado para su primer ascenso del año que haría junto a unos amigos y su esposa, pero a último momento su pareja no pudo ir porque no habían conseguido quién les cuidara a sus pequeños hijos.

El doctor Axel Carranza jamás imaginaría que ese sería su último ascenso al volcán de Acatenango.

Esa mañana, la del 9 de enero del 2017, tomó su equipo y junto a otras 3 personas emprendió su camino.

Lidia recibió la última llamada antes del medio día. En ella no solo le hablo a su esposo, también a los demás aventureros, Aracely Esquivel, Banny y Linsy Marroquín, quienes extrañaban su presencia en la primera hazaña que realizaban juntos en el año.

Axel fue víctima de las condiciones del clima

Horas más tarde, a través de un conocido que llegó a su casa, Lidia se enteró que un grupo de personas había desaparecido en el volcán debido a las condiciones del clima y junto a unos familiares decidió movilizarse en busca de su esposo.

Aracely Esquivel fue la única sobreviviente de los 4. Ella decidió descender sola a pesar de los fuertes vientos, sin imaginar que sus compañeros de aventura serían protagonistas de una tragedia.

Lidia, junto a familiares y amigos, esperaron durante varias horas, hasta que rescatistas encontraron muerto al doctor que trabajaba en el IGSS como traumatólogo y cirujano de mano.

Lidia no quería creer lo que pasaba, que su compañero de vida, con el que pensaba llegar a tener una larga vida ya no estaba y ahora tendría que cuidar de sus hijos de 9 y 6 años sola.

Axel murió por edema pulmonar, fue el único de las víctimas que no tenía golpes.

Esta pareja llevaba 11 años de casados y tres meses antes de morir habían renovado sus votos matrimoniales, un recuerdo que lidia conserva en el corazón.

Lidia recuerda a Axel como una persona carismática, buen esposo, padre y hermano. Un buen compañero de trabajo, solidario y buen amigo.

Alguien que donde quiera que esté le envía fuerzas para seguir luchando por ella y por sus hijos.