Un año después de los atentados, el Bataclan renace con Sting
Un año después de los atentados del 13 de noviembre, la música volvió a sonar este sábado en el Bataclan, de la mano de Sting, en un concierto en homenaje a las 90 víctimas de los atentados yihadistas, que marcó la reapertura de la mítica sala parisina.
“Esta noche, tenemos que conciliar dos deberes: primero recordar a quienes perdieron la vida en el ataque y también celebrar la vida, la música, en este lugar histórico”, dijo el cantante en francés antes del inicio del homenaje.
Después del minuto de silencio, el músico entonó la canción “Fragile”, seguida de “Message in a Bottle”, siempre alentado por el público.
En el escenario, lo acompañaba el trompetista franco-libanés Ibrahim Maalouf.
En la sala, con una capacidad de casi 1.500 plazas, se reunieron sobrevivientes y familiares de las víctimas que murieron hace un año.
“Esta noche retomo mi vida como era antes. Es un deber, es una obligación estar ahí porque hay 90 personas que ya no pueden venir”, dijo Aurélien, uno de los sobrevivientes.
“Es la primera vez en un año que voy a un lugar público. No fui al cine, ni a un concierto. Hacía que me llevaran las compras a domicilio, me quedé todo el tiempo en mi casa”, contó este treinteañero, que prefirió no dar sus apellido.
El millar de entradas que salieron a la venta el martes se agotaron en menos de media hora. Las últimas se repartieron el viernes.
En la noche del 13 de noviembre de 2015, la ola de terror empezó en las inmediaciones del estadio nacional de Saint-Denis, al norte de la capital, durante el partido de fútbol Francia-Alemania, y continuó en el Bataclan y seis terrazas de bares y restaurantes.
El balance final de los ataques reivindicados por el grupo Estado Islámico (EI) fue de 130 muertos.
La conmemoración del primer aniversario de estos atentados comenzó el viernes en el estadio, donde los 80.000 espectadores guardaron un minuto de silencio antes de un Francia-Suecia de clasificación para el Mundial de 2018.
Hace un año se registró la primera víctima a pocos metros del estadio. Tres kamikazes hicieron estallar sus cinturones explosivos segando la vida de Manuel Dias, un conductor portugués que había acompañado a un grupo de seguidores.
Luego murieron otras 129 personas que disfrutaban de las terrazas o asistían a un concierto del grupo estadounidense Eagles of Death Metal en el Bataclan.