Alimentación saludable en seis pasos
El primer paso para mejorar es ser consciente de lo que tienes que cambiar. Pero no te preocupes, es mucho más fácil de lo que te imaginas te explico:
“Sos lo que comes”, esta frase nos sale hasta en la sopa, la hemos escuchando tantas veces que ya ha perdido su significado. Pero, es totalmente cierto, nuestra alimentación repercute totalmente en nuestra salud y en todas las áreas de nuestra vida. Si tus hábitos de alimentación son saludables, se nota en TODOS los aspectos de tu vida.
El primer paso para mejorar es ser consciente de lo que tienes que cambiar. Pero no te preocupes, es mucho más fácil de lo que te imaginas y brevemente te explico:
Cultiva solo aquellos hábitos que quisieras que dominaran tu vida
La alimentación domina tu estilo de vida. Si, estilo de vida, porque afecta cada rincón de tu rutina diaria, incluso sin darte cuenta. Comer es un hábito del cual creemos tener control absoluto, pero te sorprenderá saber que esto no es para nada cercano a la realidad ya que comer es un proceso consciente, pero nuestra elección de alimentos muchas veces no lo es.
Tus decisiones de comida están basadas en impulsos automáticos guardados bajo llave en una parte de tu cerebro. Lo que quiere decir que lo qué comemos, cómo lo comemos, cuando lo comemos, y cuánto comemos es un hábito.
Seguramente has pensado que elegiste algún alimento porque se te antojó en aquel momento, porque es necesario para cocinar algo rico, porque forma parte de la despensa básica o incluso porque estaba de oferta. Pero, la verdadera razón de porque los elegimos esta en nuestro inconsciente. Tomamos decisiones basadas en nuestros hábitos en todo momento.
Comer saludable es el conjunto de muchos hábitos y es como si cada hábito se tratara del engranaje de una gran máquina. Juntos hacen que esa máquina funcione de una mejor forma. Necesitas mejorar cada engrane de esa máquina, empezando con los engranajes más importantes. De lo contrario, todos tus intentos por comer saludable o bajar de peso serán inútiles.
Al principio esto requiere de mucho más esfuerzo, atención y repetir la acción, pero una vez que logras incorporar un solo hábito, nuestra alimentación, y calidad de vida mejora de forma automática sin esfuerzo extra.
Pero todo es más fácil si empiezas con poco y te concentras en un solo hábito a la vez, por eso a continuación en cada uno de estos puntos quiero darte una acción para que la puedas poner en práctica hoy mismo y logres convertirla en un hábito:
1- Correcta selección de alimentos
Seleccionar alimentos naturales, evitando los que estén más procesados o contengan muchos ingredientes.
Por ejemplo: En la comida de hoy prefiere aguacate para acompañar el pan, en lugar de mantequilla.
2- Adecuada preparación culinaria
Prefiere alimentos crudos, preparados al vapor, o a la plancha, tratando de evitar alimentos con gran contenido de aceite (grasas) cómo los capeados o fritos, evita también aquellos alimentos que contengan demasiada azúcar en su preparación como el pan o salsas.
Por ejemplo: Prepara pescado al horno con especias para cenar , en lugar de pescado frito
3- Cuidar las porciones y frecuencia de ciertos alimentos
Los alimentos verdes como verduras deben ser más frecuentes y en mayores porciones, que los alimentos de origen animal.
Por ejemplo: Usa berenjena asada para darle sabor a la sopa en lugar de salchicha o chorizo.
4- Establecer horarios para comer
No te saltes el desayuno ya que cuando lo haces sentirás más hambre en la comida siguiente lo que te obliga a comer más cantidad de la necesaria, y además estarás seleccionando alimentos con más cantidad de energía (de forma inconsciente).
Por ejemplo: Pon una alarma para tratar de comer cada día en un horario parecido, y así tendrás más control de lo que se come.
5.- Reconocimiento de los motivos para comer
Antes de empezar a llevar un bocado a la boca, piensa cual es el verdadero motivo (que no necesariamente son el hambre), puede ser por estrés , ansiedad, estado de ánimo, aburrimiento, etc. Es necesario reconocer correctamente el motivo de comer antes de hacerlo.
Por ejemplo: Antes de empezar a comer cualquier cosa, respira profundamente y relájate, si notas que estas comiendo sin hambre elige de preferencia una fruta, una porción de verduras, o un té.
6.- El ambiente que te rodea
Los hábitos de alimentación están enmarcados por la influencia del medio en el que vivimos. De hecho el ambiente se vuelve un desencadenante de ciertos hábitos. Si generalmente almuerzas junto a personas que consumen comida chatarra, es más probable que tu lo hagas. Y también, si frecuentas restaurantes de comidas fritas y con mucha azúcar, aunque vayas con la intención de comer saludable, terminarás eligiendo opciones no tan saludables.
Lo recomendable es evitarte todas estas tentaciones hasta que tu hábito sea tan fuerte que la influencia de quienes te rodean no afecte tus decisiones. Mientras estás construyéndolo, procura comer junto a personas que apoyen tu decisión y frecuenta sitios que solo tengan menús de opciones nutritivas.
Ahora ya sabes por dónde empezar a mejorar tu alimentación. Empieza con una solo acción y conviértela en un hábito en tu vida, verás que poco a poco tus malos y viejos hábitos empiezan a desaparecer.