5 situaciones por las que todos pasamos el día de la Virgen de Guadalupe
5 cosas que viven los niños chapines el día de la Virgen de Guadalupe por la tradicional foto para sus madres.
¿Te recuerdas de ese día tan especial para tu madre y un tanto extraño para ti? Bueno ese sentimiento siempre fue compartido con el resto de niños que asistían, vestidos con su traje típico, a las actividades del día de la Virgen de Guadalupe que solo tenían sentido para tu madre.
1. Levantarse temprano
Esto no sería un problema, sin embargo el detalle está en que es un día de VACIONES en que debes madrugar, para tomarte esa foto que seguro tu mamá enmarcará en la sala.
2. Las trencitas y bigotes que debes usar el día completo
Si eres mujer, recuerdas la levantada temprano para que diera tiempo de estirar tu pelo hasta dejar dos trencillas perfectas, que al final del día eran las responsables de ese dolor de cabeza. Si eres hombre, recuerdas a tus primas y hermanas burlándose de lo chistoso que se miraba tu bigote dibujado con el delineador de tu mamá.
3. Te visten con un traje típico para las fotos
Ese traje típico que te ponían desde temprano bajo amenaza, pues de mancharlo o arruinarlo tus padres tendrían que pagar muy caro la lavada y reparada.
4. Posar en los stand más extraños por dos horas
Porque te moviste en la anterior y a tu madre no le gustó tu foto, te ves obligado a posar encima de un caballo o entre frutas y objetos que solo tu madre les encuentra el sentido.
5. Escuchar y cantar la misma canción todo el día
Nunca te supiste mejor otra canción que “Es Maria la blanca paloma”, porque si no te sabes la letra, nunca participaste en esta tradición.
6. Tu mamá presumiendo de lo “chulo” que es su “patojo”
Si encontraba a cualquier persona por la calle le enseñaba tu foto con esa sonrisa tétrica de oreja a oreja.
“Soy una mama orgullosa”
Ahora, vamos por la calle y se ven de lo más tiernos, sin embargo, sabemos lo que pasa por las cabezas de esos pequeños niños que están allí por capricho de sus madres, pues ya hemos estado en sus zapatos.
Por Paulina Cruz con información de Francelia Solano