Brasil derrotó 2-0 a Serbia este miércoles en Moscú y jugará con México en los octavos de final del Mundial de Rusia-2018.
El Mundial de fútbol es también una gran aventura para los miles de aficionados que han viajado a Rusia para apoyar a sus selecciones, una experiencia marcada por los largos viajes y la barrera del idioma, que dificulta la comunicación.
Eliminadas la defensora del título Alemania, la última finalista Argentina y la campeona europea Portugal, Brasil se enfrenta a México el lunes en Samara (14h00 GMT), un duelo con aroma a clásico en octavos del Mundial, sabiendo que la tendencia en Rusia es romper el orden establecido.
Un bar de Rio de Janeiro espera atraer público para la proyección el miércoles del partido Brasil-Serbia del Mundial de Rusia, ofreciendo un trago gratis por cada caída de Neymar, objeto de burlas por su tendencia a simular faltas.