“Su padre me dijo que está respirando y que puede hablar. Esa es la noticia con la que estamos felices, en estas circunstancias. Eso es todo lo que sé”, dijo el representante Schoots.

Luego del incidente, el partido fue interrumpido y los seleccionados daneses, algunos con lágrimas en los ojos, formaron un círculo alrededor de Eriksen para evitar las imágenes. Sobre el mismo césped, el capitán Simon Kjaer y el arquero Kasper Schmeichel trataron de tranquilizar a la pareja del jugador.

Durante varios minutos, los servicios de emergencia le practicaron un masaje cardíaco a la estrella del Inter de Milán y la selección de Dinamarca, hasta que pudo ser retirado en camilla, tapado con lonas y aplaudido por el público en el estadio de Copenhague.

Este no es el primer incidente médico en pleno partido de fútbol. En 2003, por ejemplo, el camerunés Marc-Vivien Foé, quien tenía 28 años en ese entonces, falleció sobre el césped en la semifinal de la Copa Confederaciones contra Colombia, disputada en Lyon, Francia. Según la autopsia, el futbolista tenía una malformación cardíaca.