Delincuentes cibernéticos encontraron una manera de entrar al software comercial MOVEit y luego ingresaron a las bases de datos de posiblemente cientos de otras compañías.
Google inició la carrera por el desarrollo de chatbots de inteligencia artificial (IA) a un paso más lento que su rival OpenAI, pero las distancias se están acortando.
Durante casi todo su embarazo Fernanda se sentía exultante. Después de tres años de buscarlo, había logrado concebir gracias a un tratamiento de fertilidad asistida y esperaba feliz junto a su pareja la llegada de su primer hijo.
Primero escuchamos que un sistema de inteligencia artificial “cobró consciencia y siente”, según dijo un ingeniero de Google. Más tarde se viralizaron imágenes de Dalle-e y nos entretuvimos con ChatGPT. Después llegaron las advertencias, los miedos, las peticiones de regulación.