Propósitos de año nuevo que muy pocos podrán cumplir
Llegamos a un nuevo año y generalmente iniciamos muy motivados. Sin embargo, a muy pocos les dura suficiente esta emoción.
Llegamos a un nuevo año y generalmente iniciamos muy motivados. Sin embargo, a muy pocos les dura suficiente esta emoción. A continuación te detallamos algunos de los propósitos más comunes pero que muy pocos logran cumplir durante el año venidero.
- Dejar de fumar.
- Hacer más deporte.
- Adelgazar 5 kilos.
- Leer más libros.
- Quedar más a menudo con amigos.
- Vivir una vida más sana y cuidarme.
- Correr una maratón.
- Beber menos alcohol.
- Pasar más tiempo en pareja.
- Ser más felices.
- Dejar el trabajo que odias.
- Enfrentarte a tus problemas.
- Decir más a menudo ���no”.
- Ser menos egoísta.
- No tomarme personal las críticas.
- Dejar de depender de mis padres.
- Abusar menos de los que me quieren.
- Gastar menos dinero en cosas que no necesito.
- Salir más el fin de semana.
- No buscar excusas.
- Ser más disciplinado para las cosas que me propongo.
- No envidiar lo que tiene mi vecino.
- Salir de mi zona de confort.
- Cambiar el mundo.
- Apreciar más lo que tengo.
- Ser un mejor ejemplo para mis hijos.
- Sonreír más y quejarme menos.
- Llamar por teléfono más a mis padres.
- Tener el valor de fracasar.
- Ser un poco más optimista.
- Dejar de hacer buenos propósitos que no voy a cumplir.
Según estadísticas el 73% de las personas por mucho que se esfuercen no serán capaces de lograrlo.
Esta lista es para recordarle que los propósitos están muy bien pero no sirven para nada si no hay acciones detrás. Nadie dice que sea fácil pero sin dolor no hay recompensa. La vida es así de cruel y no hará ninguna excepción contigo. No abandones fácilmente tus metas. Por algo te lo has propuesto. Acá te dejamos algunos consejos:
- Sé realista
A veces la ambición se nos va de las manos y partimos de la casilla de salida condenados al fracaso. Si no estás acostumbrado a hacer deporte, probablemente fijarte como objetivo correr una maratón sea pasarse un poquito de optimista, ¿no te parece?
Fíjate objetivos realistas, lo suficientemente elevados para motivarte pero que no sean tan desbocados para desanimarte por su dificultad.
- Elige los tuyos propios
Está muy bien oír o leer las listas de propósitos que se fijan los demás para inspirarse, pero al final, tienes que ser tú el que fije tus objetivos para el nuevo año.
Si simplemente copias las ideas de otros te costará más alcanzarlos porque no los sentirás como propios, no se ajustarán a tus hábitos y posibilidades y te costará menos renunciar a ellos.
- Escríbelos de tu puño y letra
No tienen que ser muchos, empezar con 2 o 3 es más que suficiente. Cuando los tengas, escríbelos, pero de verdad. Con papel y boli. En tu agenda, o en un papel que puedas pegar en la pared donde los tengas a la vista. Ponlos allí donde no puedas escapar de ellos.
- Desmenúzalos
Un propósito de año nuevo es algo poderoso y general: dejar de fumar, bajar de peso, ponerse en forma.
Para asegurarte de que avanzas para conseguirlo, desmenúzalo. Divídelo en metas más concretas, y éstas en tareas a más corto plazo.
Por ejemplo, si quieres dejar de fumar, una meta puede ser elegir con qué método vas a trabajar para conseguirlo, y una tarea, informarte de qué métodos hay a tu alcance y consultar a tu médico por cuál es el que más te conviene.
Dividir tus propósitos en metas y tareas los convertirá en algo pautado y te dará un plan a seguir, además de motivarte a medida que vayas cumpliéndolas.
- Si fallas, no te rindas
Aunque tengas toda la motivación del mundo y por mucho que nosotros te demos consejos desde aquí, es probable que en algún momento des un tropiezo: quizá sea una recaída en el tabaco, unos cuantos días sin entrenar o recuperar parte del peso que habías logrado perder.
¡No te rindas! Los cambios de hábitos profundos no son fáciles y un error o momento de desmotivación lo podemos tener todos, pero lo importante es que se queden en eso, momentos, y no se conviertan en una vuelta a antiguas costumbres.
En vez de dejar que eso te arruine el esfuerzo invertido, retoma tu propósito y deja ese momento de debilidad atrás. No hay ningún motivo para no seguir trabajando en tus objetivos.