Ciudad Guatemala

Ay Corea del Sur, tan lejos y tan cerca


Total, como dijo un día un político: la vergüenza pasa, el dinero se queda.

  14 diciembre, 2016 - 10:00 AM

El pasado viernes, la Asamblea Nacional de Seúl, aprobó la destitución de la presidenta Park Geun-hye por su implicación en el escándalo de corrupción que la vincula a su amiga Choi Soon-sil, más conocida como la Rasputina surcoreana.

presidenta Park Geun-hye por su implicación en el escándalo de corrupción

Con esta decisión la presidenta quedó automáticamente suspendida de sus funciones. Ahora solo queda esperar la decisión final del Tribunal Constitucional para decidir la legalidad de la moción de censura. En este momento, Hwang Kyo Ahn, quedó al cargo como primer ministro de esa nación asiática.

La moción en la Asamblea Nacional fue presentada por los principales tres partidos de la oposición, a ella se sumaron docenas de legisladores del propio partido de Park, el conservador Saenuri.

La presidenta fue acusada de delitos y violaciones de la Constitución, entre los que destaca abuso de poder por no “haber protegido como debía las vidas de los ciudadanos”.

Al final de esa memorable sesión, la propuesta de destitución tuvo 234 votos a favor, lo que se dio con 34 más de los 200 que necesitaba. La moción de destitución solo tuvo el rechazo de 56 diputados, que apoyaron a la presidenta.

El poder de la movilización ciudadana

miles de guatemaltecos protestan en contra de la corrupción.

El rechazo de la población a los actos de la presidenta surcoreana, me hizo recordar las jornadas que llevaron a cabo los guatemaltecos en contra del gobierno del Partido Patriota, ya que Seúl fue escenario de una masiva manifestación para exigir la dimisión de la presidenta Park.

Esa manifestación pacífica, convocó a más de un millón y medio de personas en las principales calles de Seúl. Según los analistas políticos coreanos, esta presión ciudadana llevó a la Asamblea Nacional a la destitución de la presidenta.

Como buena política, la mandataria coreana pidió disculpas pero no quiso reconocer ninguna falta en su administración. Esto es algo típico de los gobernantes que se escuden en el desconocimiento de lo que se hace “a sus espaldas”, como si no fueran responsables de lo que hacen o dejan de hacer aquellos a quienes tienen a su lado.

presidenta Park Geun-hye por su implicación en el escándalo de corrupción

Aunque si algo hay que decir a su favor, es el hecho de reconocer que fue la responsable de “este caos nacional con mis descuidos”. Ella se ha mantenido firme en que no es culpable de las acusaciones en su contra, las mismas que han provocado que su popularidad se encuentre en un 5%, que son los niveles más bajos jamás registrados por un presidente en Corea del Sur.

Yo pienso, en la similitud con Guatemala, ya que en los últimos dos meses, desde que se conoció el escándalo, los ciudadanos coreanos han tomado las calles de manera pacífica, para pedir la renuncia de la jefa de Estado.

Tan solo el sábado en Seúl, se concentraron casi dos millones de manifestantes, que llegaron hasta la Casa Azul, como es conocida la residencia presidencial.

Pero ¿por qué he titulado este artículo: “Ay Corea del Sur, tan lejos y tan cerca…”?, porque los presidentes de allá, como los de aquí, cometen el terrible error de rodearse de amigos y familiares que terminan hundiendo no solo su prestigio, sino a los países que deberían de sacar de la miseria (en nuestro caso) y seguir en la senda del desarrollo (en el caso coreano).

Otto Pérez Molina Cumpleaños

La presidenta Park dejó que su amiga, su confidente íntima, de apellido Choi, utilizara ese acercamiento con la mandataria para obtener tratos favorables en diversas instituciones y adquirir 70 millones de dólares en eso que llaman “donaciones” de empresas importantes coreanas.

Choi representaba a dos fundaciones “sin ánimo de lucro”, y se supone que hacia allí iban esos millones, pero se descubrió que se quedó con gran parte de ese dinero. Esta mujer, nunca ocupó ningún cargo público, sin embargo, tenía acceso a documentos clasificados y participaba en la redacción de los discursos que daba la presidenta.

Hacía gala de un gran poder y la mayoría de funcionarios menores le tenían miedo por su cercanía con la presidenta coreana.

Helicóptero utilizado por Jimmy

Este es un problema que hemos visto mucho en Guatemala. Los presidentes se dejan manipular, por usar ese término, por amigos, hermanos, y otros más, o bien otras más, en la toma de decisiones que muchas veces los benefician a ellos o a sus amigos o a quienes representan dentro de diversas empresas privadas.

La presidenta coreana envuelta en este escándalo, es hija del expresidente Park Chung-hee quien gobernó ese país entre 1961 y 1979. Su mandato concluía a finales del próximo año.  Ahora está a la espera de la decisión del Tribunal Supremo, que si ratifica su destitución deberá convoca a elecciones 60 días después de su resolución.

Corea del Sur es un país donde los actos de corrupción de sus principales dirigentes han sido destapados en los últimos años. Es más, sus presidentes han tenido que verse sometidos a investigaciones por actos de corrupción. El más sonado fue el del presidente Roh Moo-hyun, quien se suicidó cuando sus actos involucraron a su propia familia.  

Baldetti, Pérez y Sinibaldi en mitin político

Los presidentes guatemaltecos de la era democrática, si bien en su mayoría, no han sido investigados por actos de corrupción, sobre ellos pesan señalamientos de haber permitido el enriquecimiento ilícito de sus más cercanos colaboradores, quienes, en algunos casos, se aprovecharon de ese vacío de poder y liderazgo, para actuar a sus anchas.

Algunos de estos presidentes se hicieron de la vista gorda, pero bien que recibieron las ganancias solapadas que sus más cercanos colaboradores les hicieron llegar de diversas maneras. El caso más cercano para nosotros es el de Otto Pérez Molina y de Roxana Baldetti.

Alfonso Portillo presidente de Guatemala y preso por corrupción

El otro gobierno salpicado de actos de corrupción que involucró a los principales funcionarios de gobierno fue el de Alfonso Portillo y sus más cercanos funcionarios y colaboradores.

Este gobierno del extinto FRG, saqueó al Estado y aunque la opinión pública estuvo al tanto de sus desmanes, que llevaron al expresidente Portillo, al ex vicepresidente y algunos de sus ministros a la cárcel, al final, parece que nada cambió en el ejercicio gubernamental, adonde llegan para robar sin importarles las consecuencias.

Total, como dijo un día un político: la vergüenza pasa, el dinero se queda…

Etiquetas:

Relacionado

ÚLTIMAS NOTICIAS