El paraíso de Roxana y la manzana de la corrupción…
El paraíso de Baldetti: No se sienta alejado de este sueño de poseer bienes suntuosos porque parte de su dinero llegó a ese lugar, donde solo pueden vivir..
Todo estaba bien, hasta que la ambición la llevó a comer de la manzana de la corrupción y terminó con el sueño de tener un paraíso escondido en el mar Caribe.
Los periodistas de corazón y empuje, nunca dejan de serlo por más que viajen a otras designaciones periodísticas. Tal es el caso de Alberto Cardona de la Redacción del Noticiero Guatevisión, quien logró ingresar a lo que bien pudo ser el paraíso de descanso de la ex vicepresidenta, Roxana Baldetti.
La verdad es que esas fotos y videos de ese centro vacacional son impresionantes por la belleza que muestran. Casas de primer nivel, es decir, para vivir con las máximas comodidades que el mismo hombre ha creado para su esparcimiento y disfrute. Playas, sol y un mar azul. Qué más se le puede pedir a la vida…
Biquinis, cuerpos musculosos, bronceado estilo Miami, mujeres que se lucen tostándose al sol, hombres que muestran con orgullo sus cuerpos moldeados en los gimnasios. Comidas preparadas por chef contratados para las semanas o meses que se pueden pasar en este lugar, situado en la costa de Roatán, Honduras, donde el mar refleja las profundidades por el agua cristalina y fresca.
En el mar, la vida es más sabrosa…
Y si puede y si tiene, claro, pone su velero en un muelle instalado para que se “parquee” la pequeña o gran nave, depende del dinero que se tenga para estas nimiedades, y disfrutar aún más del mar Caribe con sus islas cercanas y paradisíacas. Se me olvidaba, las habitaciones de estos chalés de lujo tienen aire acondicionado, vidrios polarizados y están súper equipadas para que los huéspedes tengan la mejor de las comodidades. Dicen que es mejor que un hotel de 6 estrellas.
Eso sí: sino es millonario, olvídese de que podrá disfrutar de este paraíso tropical. Este lugar fue creado precisamente para que los millonarios tengan un sitio donde tomar el sol. Pueden dejarlo cerrado por meses, que hay gente contratada para que siempre esté disponible y reciba en cualquier momento, día, mes, año a sus propietarios o bien aquellos que se los alquilan a terceros.
Estar en este paraíso es vivir la vida a plenitud y conciencia. Empresarios, artistas, futbolistas, multimillonarios de toda índole, compran su casita y la convierten en el lugar ideal para estar solo o bien acompañado. Todo de acuerdo al gusto y el bolsillo del dichoso hombre o mujer que tienen la plata, no pinches billetes, para comprar este pedacito de playa blanca y arena limpia.
Hasta allí llegó el gran deseo de Roxana Baldetti. Tener una casa que bien podría valer la friolera de $1 millón, ¡sólo del terreno! Faltaba más. La casa hay que mandarla a construir luego de pagar esa cantidad, que en buen chapín significan Q8 millones, pues entonces puede empezar a construir, con los estándares que existen en este paraíso. Nada de mandar a hacer una covachita, con paredes del block más barato, menos poner techo de palma cualquiera, ¡no! Debe ser palma exportada de países muy especiales.
Menos se van a construir cuartos, comedor, sala y demás, con material gacho. Allí tiene que prevalecer el buen gusto. Ese que se pueden dar los que han amasado fortunas con su trabajo bien habido. Pero como nadie tiene reglas claras en esta clase de condominios, también lo pueden hacer los narcos y los corruptos. Esto está más que claro. Donde hay dinero, muchas veces las inmobiliarias ni siquiera preguntan. Solo reciben el dinero porque al final esa es su función: construir y vender. Del dinero no importa, repito, su procedencia.
Así que usted, lector guatemalteco, bien puede soñar que cuando pagó sus impuestos durante el Gobierno del Partido Patriota, una partecita se fue para ese paraíso de Roxana. No se sienta alejado de este sueño de poseer bienes suntuosos porque parte de su dinero llegó a ese lugar, donde solo pueden vivir los que tienen cómo pagarse este lujo.
Todos los seres humanos tenemos derecho a vivir bien. A tratarnos bien. Siempre y cuando sea con el dinero que nos ganamos con el trabajo honrado y digno. Aunque como ya está visto, ese principio se rompe con los corruptos, a quienes no les importa absolutamente nada con tal de aprovecharse de la ingenuidad o estupidez de los pueblos que los encumbran a los puestos políticos a donde solo llegan a robar y afianzar así su futuro cuando dejan la Presidencia de un país
Presidentes, ministros, diputados, alcaldes, gobernadores, jueces viven así, con esos sueños tipo Roxana. Están convencidos que “sacrificarse” cuatro años bien valen la pena si la jubilación se torna dorada en estos lugares donde se pueden codear con los que soñaron un día y de quienes desean sentirse sus iguales. En un país como Guatemala, la manera más rápida de llegar a rico o millonario, es siendo político.
Mientras tanto, si alguien en este país tiene hambre, está enfermo, sin trabajo, ni vivienda, transita en carreteras llenas de hoyos, toma agua contaminada, y puede morir por subirse a una camioneta, bueno, eso nada le importa a esos ladrones que solo sueñan con una casa a la orilla de un mar cristalino, donde se pueden tomar unas frías cervezas en la enorme piscina y comer las mejores carnes y mariscos del lugar.