Taylor sigue reinando en el triple salto y los cubanos se quedan sin medalla

El estadounidense Christian Taylor, vigente doble campeón olímpico de triple salto, sumó un tercer título mundial en esta disciplina (tras Daegu-2011 y Pekín-2015) al imponerse este jueves en Londres en un concurso muy igualado, con una mejor marca de 17,68 metros.

Taylor saltó cinco centímetros más que su compatriota Will Claye (17,63 metros), mientras que el portugués Nelson Évora fue bronce (17,19 m), dejando fuera del podio al cubano Cristian Nápoles (17,16 m).

El único sinsabor para Taylor, el segundo hombre que más lejos ha llegado en esta prueba (18,21 metros), fue que continúa sin poder batir el récord mundial del británico Jonathan Edwards (18,29 metros en 1995).

“El récord sigue ahí. Sigo estando motivado para quebrar ese récord. Mi motivación es ser el mejor atleta. No fue mi noche, estoy un poco decepcionado, pero la temporada no ha terminado todavía”, declaró Taylor, que esperaba llegar más lejos.

En la final de este jueves, Taylor consiguió su mejor distancia, 17,68 metros, en el tercer intento, tomando las riendas de la competición después del susto del primer salto, donde no llegó a los 17 metros (16,97 m).

Finalmente pudo imponerse a su compatriota Will Claye, que hasta el final estuvo intentando superarle.

La final de este jueves tenía por otra parte un claro acento cubano.

Pese a la ausencia de Pedro Pablo Pichardo, ganador de las platas mundiales en Moscú-2013 y Pekín-2015, que decidió abandonar una concentración en Alemania y fichó por un club extranjero, Cuba consiguió meter en la final a su trío de jóvenes triplistas, que tienen edades que oscilan entre los 18 y los 21 años.

– Cinco nacidos en Cuba –

El mejor de los tres fue Cristian Nápoles, con un cuarto puesto a sus 18 años, tras llegar a 17 metros y 16 centímetros.

“Para ser mi primer Mundial es tremenda experiencia. La competencia fue bastante buena y me sentí bien. Un cuarto lugar es una experiencia, pero vi posible el bronce”, afirmó con una pizca de amargura por lo cerca que estuvo del podio.

Andy Díaz fue séptimo con un único salto válido, de 17,13 metros, mientras que el otro integrante del trío cubano, Lázaro Martínez fue duodécimo, último de la final, tras apenas llegar a 16,25 metros, casi un metro menos respecto a su mejor marca personal, que es de 17,24.

“No me fue tan mal, un séptimo puesto está bien, aunque siento que podía haberlo hecho mejor. En algún momento me sentí presionado. El bronce se veía fácil, pero insisto, no me fue tan mal”, afirmó Andy Díaz,

En la final de Londres-2017 había otros dos atletas que nacieron en Cuba, pero que ahora representan a otros países.

Quinto lugar

Alexis Copello, que no competía en una gran competición desde que lo hiciera por Cuba en los Juegos Olímpicos de Londres-2012, viste los colores ahora de Azerbaiyán y para el país del Cáucaso consiguió un quinto puesto, con una mejor distancia de 17,16 metros

Copello, que fue bronce en esta prueba en el Mundial de Berlín-2009, entrena en España a las órdenes de un mito del atletismo cubano, Iván Pedroso.

Entre los pupilos de Pedroso, la venezolana Yulimar Rojas se colgó el oro el lunes en la prueba femenina de este Mundial y este jueves el portugués Nelson Evora el bronce.

El otro cubano de esta final era Yordanys Durañona, que representa ahora a Dominica y que fue undécimo en la final, tras llegar apenas a 16,42 metros.

Por su parte, el español Pablo Torrijos fue décimo (16,60 m).

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