Seis razones para desmaquillarte todas las noches

El secreto para tener una piel jovial y atractiva no reside sólo en las mascarillas y productos rejuvenecedores que aplicamos en nuestro rostro.

Hay un elemento muy importante olvidado por muchas mujeres: desmaquillarse.

Lo aconsejable es retirar la mascara de pestañas, el rubor y la base con una crema desmaquilladora, después aplicar un tónico facial con un algodón que retire todas las impurezas y finalmente aplicar una crema nutritiva para la noche.

Si aún, eres de las que pone mil excusas para ir a la cama más temprano sin pasarte siquiera una toallita húmeda por la cara, aquí te damos algunas razones para que jamás vuelvas a hacerlo.

1. Envejecimiento

Desmaquillarse todas las noches es uno de los elementos claves para tener una piel hermosa.

Retirar el maquillaje de la piel hace que esta se regenere y evita el envejecimiento, pues por las noches la piel necesita respirar y descansar, así como lo hace el cuerpo, y para ello debe estar limpia.

2. Acné

Cuando no te desmaquillas, las impurezas y residuos acumulados durante del día, tapan los poros ocasionando los tan odiados puntos negros y granitos que aparecen especialmente en la zona de la frente, la nariz y la barbilla.

3. Alergias

No retirar el maquillaje al final del día, puede ocasionar que con el tiempo desarrolles intolerancia a algunos cosméticos o ingredientes de los que están compuestos.

En algunos casos, provoca dermatitis y hasta alergias en la piel.

4. Ojeras

Las pestañas también se deshidratan volviéndose débiles y quebradizas. Además, cuando no las desmaquillas adecuadamente, se puede formar a largo plazo una pigmentación progresiva del tono de la ojera haciendo que se noten más.

5. Labios agrietados

Aunque no hayas llevado labial durante el día, las impurezas y residuos que se acumulan en los labios hacen que estos se resequen, generando irritación.

6. Deshidratación

No retirar el maquillaje del rostro hace que esta pierda nutrientes y se deshidrate evitando que luzca sana y fresca.

• Por Andrea de León con información de Revista Cromos