Dos lecciones que deja el caso de acoso en el Transmetro

De los seis casos de agresión sexual que se han registrado en el Transmetro en los últimos cinco meses, este es el primero en el que el agresor es enviado a prisión preventiva.

Los otros casos han registrado comportamientos similares. De hecho en diciembre se dio uno casi igual en el que el agresor, a bordo de un Transmetro, se masturbó y eyaculó sobre la víctima la cual era una mujer de la tercera edad. El mismo fue denunciado cuando la víctima bajó del transporte público en la estación del CENMA y el caso es llevado en el juzgado de Villa Nueva.

Más allá del hecho, es importante resaltar que tanto la víctima como el agresor puede ser casi cualquier persona.

1. En el caso de la víctima “hay que desmitificar y dejar de creer que cuando una mujer se viste «provocativa» -Y lo voy a colocar entre comillas- que cuando se viste provocativa es cuando se generan estos casos de acoso y no es así” explica Gabriela Tuch, Defensora de la Mujer de la Procuraduría de los Derechos Humanos.
2. Por su parte el director de la Liga de Higiene Mental, Marco Garavito, señala que para el caso del agresor, no se puede realizar perfiles y considerar que una persona que entra en ese perfil es quien puede cometer este tipo de actos. Se trata más bien “un reflejo de algo que necesitamos como sociedad y es el tema de un modelo de formación desde la familia, desde las iglesias, desde la educación, que incluya necesariamente la sexualidad desde una perspectiva sana”.

Aunque solo existe el registro de agresiones en el Transmetro, los hechos son igualmente frecuentes en otros espacios. Lo importante, es la denuncia.

No solo en el Transmetro

Consultados algunos pasajeros, señalaron que este tipo de acoso se da frecuentemente en los servicios de transporte público y con mayor frecuencia en los buses rojos. Además, consideran que el acoso y las agresiones sexuales en estos espacios incluso se han normalizado por parte de la población guatemalteca.