Ciudad Guatemala

Haroldo Sánchez Sin Reservas: ¡¡¡Hay que cambiar, pero ya!!!


¡Hay que cambiar, pero ya! Se hace necesario, en este momento, el dar un sorpresivo golpe de timón, o este país irremediablemente se irá al infierno.

  07 febrero, 2017 - 17:14 PM

Estoy convencido que se hace necesario, en este momento, el dar un sorpresivo golpe de timón, o este país irremediablemente se irá al infierno, donde los ciudadanos se cocinarán de a poco, pero de manera segura a fuego lento pero efectivo, hasta desaparecer como una sociedad con derechos, víctimas de todos los males habidos y por haber.

Ya es tiempo de que le pongamos un alto a tanta corrupción en todos los sectores. De nada sirve seguir llenando las cárceles de funcionarios si la cultura del “buen vivir”, sin importar el cómo, sigue predominando como regla general.

Diputados cabildeando Congreso Guatemala

Y cuando digo “buen vivir”, me refiero a seguir actuando como en el pasado: comprando cosas de contrabando, engañando a la SAT, comprando facturas, creando empresas de cartón, escondiendo gastos, dándole mordidas a los policías, aceptando sobornos como si eso fuera lo más normal, dando facturas sin respaldo para recibir dinero de instituciones y empresas.

Si no cambiamos, nada cambiará…

Corrupción. Un hombre recibe dinero de otro a cambio de un beneficio

Si no cambiamos como sociedad, con todos estos males y más aún con los problemas de conducta que venimos arrastrando durante muchas décadas como nación, es difícil que esto cambie.

¿Cómo le podemos exigir a los diputados que dejen de robar, si el ciudadano hace lo mismo aunque sea a otro nivel?

¿Cómo pedirle a un juez que sea honrado, si la gente anda viendo la forma de hacer dinero sin importar de dónde sale?

Jimmy Morales

¿Qué se le puede pedir al Presidente de la República, Jimmy Morales, si también estamos solo viendo cómo se hace más dinero, sin importar la forma en que se aumenta nuestra cuenta bancaria?

Allí están los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, y algunos jueces, que se han convertido, la mayoría de ellos, en lo más detestable del Organismo Judicial por sus acciones al margen de la ley.

¿Pero, qué pasa cuando contratamos abogados que lo que hacen es comprar a los jueces, sobornarlos, para que las condenas sean benignas o, más bien, no se den?

[VIDEO] Ebrio intentó escapar y atropelló a un agente de la PMT

¿Respetamos acaso las leyes de tránsito? O vamos por la calle como que somos los dueños del lugar donde transitamos?

Sino cambiamos como individuos nuestra forma de vivir, Guatemala no va a salir del atraso y sus niveles de corrupción seguirán siendo de los más altos de América Latina y del mundo.

Y es que el problema de Guatemala es que el mal tiene sus raíces demasiado profundas: el Estado y la clase política están podridos, porque no tienen moral ni principios y eso, lastimosamente, ha ido llegando a capas y más capas de la sociedad.

Y es que el mal permea a los poderosos, pero también a los débiles.

Guatemaltecos protestan frente al Palacio Nacional

Es importante que cada uno de nosotros piense en qué puede aportar a que tengamos para todos, un mejor país.

Si criticamos al corrupto, pues no lo seamos nosotros. Si estamos en contra de la impunidad, no caigamos en la red de aquellos que siempre buscan salir airosos aunque sea al margen de la ley.

Guatemala necesita un cambio, pero para que sea colectivo, debe empezar por mi, primero, luego por usted. Así, podremos ir sumando y alejándonos de la gente que vive de la corrupción y la impunidad.

Y jamás olvide: no solo los políticos y los funcionarios son corruptos, hay por allí, en todos los ámbitos, gente igual o peor que ellos.

Lo que ocurre es que no tienen la misma exposición mediática que esa clase política que nos gobierna. Pero igual hacen el mismo daño.

PNC bueno

Para terminar mi exposición en este espacio, quiero decirle algo que para mí es importante: aunque haya demasiado dolor en nosotros, ante todo lo que a diario ocurre en el gobierno, el Congreso y el Organismo Judicial y por todo lo que vemos cada día en nuestro alrededor, le pido, que no se olvide nunca que también hay muchísima dignidad y amor en la mayoría de guatemaltecos, que son gente honrada y trabajadora, preocupada por sacar adelante a su familia, aunque tenga que navegar cuesta arriba, sin apoyo y sin seguridad.

Que la gran mayoría de los empleados del Estado, que no son todos, en sus distintas esferas, Ejecutivo, Legislativo y judicial roben, engañen, y se aprovechen de su puesto como funcionarios, no significa que el resto lo hagamos.

Seamos la diferencia para poderles decir a la cara, que dejen de lado la mafia que les cobija y que piensen en el resto de ciudadanos de este país, que merecen lo mejor.

Si queremos cambios en Guatemala, empecemos en este mismo instante… Más tiempo, casi ya no hay…

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