Ciudad Guatemala

Haroldo Sánchez Sin Reservas: No más ataque a los diputados…


Así como hay diputados intachables, los hay que no tienen nada que enviarles a los extorsionistas ni maleantes que asolan las calles de la capital...

  09 febrero, 2017 - 17:35 PM

Son muchas las personas que me han dicho que ya no ataque más a los diputados. No lo hacen para defenderlos, sino porque sienten miedo de que uno de esos personajes nefastos que habitan la jungla del hemiciclo, pueda mandar a hacerme daño.

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Me piden que les de un poco de espacio, de tiempo, que los deje tranquilos, que hay otros problemas en el país que igual merecen ser mencionados.

Cuando me lo dicen, me quedo con la inquietud, cosa lógica, porque soy un ser humano más, con sus dudas y sus convicciones, sus miedos y sus alegrías, sus tristezas y sus luchas. No soy tan diferente a quien lee este texto…

Yo no soy un super héroe…

No soy ningún súper héroe. Lo que hace la diferencia es que tengo este hermoso trabajo, que como periodista me permite decir las cosas por su nombre, sin ocultar lo que nos afecta como sociedad.

Sé que para algunos de los diputados, sobre todo esos corruptos y mafiosos, para quienes significo algo así como un grano en una parte muy sensible de su anatomía.

Pero como siempre he dicho, la culpa no es del mensajero, en este caso yo, sino de ellos mismos porque no se respetan ni respetan a la población que votó por sus partidos.

Bancada FCN Nación

En ese lugar hay de todo. Gente honesta, pero también verdaderos maleantes de traje y camisas de seda. Los hay que llegaron para intentar cambiar en algo la situación del país, pero se ven inmersos en un lago de podredumbre que hace difícil el poder realizar un cambio, por más mínimo que sea.

En las oficinas de Guatevisión tuve una vez a un diputado de la URNG, un alto dirigente ex guerrillero, que mientras hacia antesala para la entrevista, me habló de las cosas sucias que se hacían y se veían en el Congreso.

Entonces, iluso que es uno, le dije emocionado que sobre eso debería ser la entrevista, que se lo dijera a los guatemaltecos, que denunciara eso que él miraba todos los días.

Se puso serio. Me miró entre sorprendido y molesto y me espetó: “¡Usted cree que estoy loco! Eso solo se lo estoy contando aquí, en confianza… Si lo digo de manera pública, me matan“.

congreso negoció directiva guatevision

Entonces comprendí, una vez más, que estar en el Congreso muchas veces se convierte en aceptar lo más bajo para poder sobrevivir entre esas pirañas que no solo se comen lo que pueden, sino entre sí.

No exagero. Lo último que demuestra la realidad del Congreso se dio durante la sesión para quitarla la inmunidad a la magistrada Blanca Stalling.

Escuchar las justificaciones de quienes votaron en contra de lo que era un clamor popular, solo demuestra lo que digo: en ese lugar no les importa sanear Guatemala, porque los primeros que deberían irse son precisamente esos diputados.

Luego, ver cómo uno de los que mandan la bancada FCN Nación, el diputado Edgar Ovalle, enfrenta a nuestra compañera del Noticiero Guatevisión, Dulce Rivera quien le preguntaba la razón por la cuál no había llegado a esa sesión, retrata de cuerpo entero la clase de dirigentes políticos que desde el Congreso deciden parte del destino de Guatemala.

Edgar Ovalle se estanca

No solo le contestó mal, pero eso no es el problema, sino que dejó en claro que él tenía cosas más importantes que hacer, a nivel personal, eso dijo. Lo que demostró que le traía sin cuidado lo que pasaba con el caso de la señora Stalling y que tiene cero compromiso con la ciudadanía.

El diputado Ovalle tiene derecho a hacer y decir lo que quiera. Ese es su legítimo derecho. Lo que no debería de olvidar es que es un diputado, un representante de la gente que le votó, que recibe un jugoso sueldo pagado por nuestros impuestos y que en última instancia, debería de ser un ejemplo de rectitud, honradez y de amor por este país.

Sé que es pedir mucho. O quizás soñar que algo podría cambiar en el Congreso de la República. No. No ha sido así.

Congreso, hemiciclo, pleno

Pareciera que para muchos de los diputados su puesto sirve para hacer negocios personales y de grupos, o bien, taparse con la misma chamarra de corrupción e impunidad que tanto daño le está haciendo al país.

Jamás voy a olvidar cuando a través de un amigo, fui a tomar un café con un recién estrenado diputado. El café lo pagué yo, aclaro.

Con esa emoción del recién llegado, me dijo que iba para cambiar el Congreso, que dejaría su nombre muy en alto porque se debía prestigiar esa institución, pero sobre todo, que el nombre heredado de su padre, jamás sería manchado.

Lo vi con simpatía. Me pareció un hombre de bien, que realmente no sabía dónde se estaba metiendo.

Lo escuché y cuando me tocó hablar le dije: “¿Sabes qué? Juntémonos dentro de un año, no mejor dentro de seis meses, para ver quién cambió a quién”.

Corrupción. Un hombre recibe dinero de otro a cambio de un beneficio

No está demás decir que nunca nos volvimos a ver y que tres periodos legislativos después, ahora tiene una solicitud que busca dejarlo sin inmunidad, para ser sometido a juicio, vinculado a las plazas fantasma y los negocios turbios en el Congreso.

Así que lo tengo claro: nada en la vida es una regla, así como hay periodistas honestos, también los hay corruptos. Así como hay diputados intachables, los hay que no tienen nada que enviarles a los extorsionistas ni maleantes que asolan las calles de la capital

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