OPINIÓN EDUCACIÓN: Hay que exigir maestros

Empezó el ciclo escolar y otra vez sale a luz pública, las grandes dificultades que existen en el área de la educación. Con esto se va por la borda las palabras de Jimmy Morales durante su informe al Congreso de su primer año como Presidente, donde resaltó solo lo bueno de la educación nacional.

Lo que no dijo y no dirá jamás, es que en el tema de la educación pública, seguimos siendo uno de los países más atrasados de Latinoamérica.

Se dio el banderazo de salida para iniciar las clases y, como ha pasado en las últimas décadas, de tantos gobiernos, con su mediocridad y robo a manos llenas, no hay maestros, no hay escuelas, no hay pupitres, no hay útiles escolares, no hay refacción escolar, no hay, no hay, y no hay.

Aplaudo a esos padres que airados y con toda razón, salen a las calles para exigir que este gobierno le ponga maestros a sus hijos.

El sindicato más fuerte del país…

No puede ser que se tenga el sindicado más poderoso de Guatemala, el del magisterio, bajo el control absoluto de Joviel Acevedo, y se posea el peor de los servicios a una población que, al menos, merece ser educada a través de las escuelas públicas.

Hay que ser claros: esto es responsabilidad del Gobierno y de nadie más.

No voy a hablar mal de Joviel. Él cumple con su función de dirigente sindical y la realidad es que lo hace muy bien. Aprendió el cómo ser dirigente sindical de uno de los sectores más grandes del país, y se maneja con mucho propiedad ante los distintos presidentes a quienes ha puesto a comer de la palma de su mano.

Ojalá ese poder lo usara para beneficiar a los niños de este país, a los que más necesitan de su fuerte liderazgo.

Este dirigente debería dar un golpe de timón a lo que viene haciendo hasta el día de hoy, y de verdad, exigir que la educación pública en este país se convierta en la mejor de América Latina.

Del mundo no lo digo, porque eso no será real mientras tengamos estos presidentes sin responsabilidad con los más necesitados.

No le estoy diciendo que salga a tomar calles y carreteras, que de esto estamos hasta el gorro, porque no solo jode al resto, sino que hasta hoy, no ha tenido resultados positivos para los que él debe defender: los alumnos de todo el país.

Así que seguimos de nuevo, como ocurre cada inicio de año con los mismos problemas que se arrastran desde hace décadas.

Es importante que no olvidemos que durante el conflicto armado interno, uno de los presupuestos más bajos, era el del ministerio de Educación, caso contrario ocurría con el de la Defensa. Pero eso es historia de la cual es evidente que no hemos aprendido nada.

Es necesario que los padres de familia no se dejen engañar por la propaganda oficial que afirma lo contrario a lo que se vive cada día y no precisamente solo en el área de la educación.

Pero aquí estamos tocando hoy el tema de la educación y por eso mi exigencia a que el ministro se deje ya de tanta palabras vacías, salga de su comodidad, de su despacho, y arregle de una vez por todas la falta de maestros, de escuelas, de útiles escolares, de refacción escolar.

Ya nadie se cree eso de que el presupuesto no alcanza

Eso solo es un pretexto de funcionarios mediocres e inútiles. Pasó ya un año y ya no cabe aquello de que no me dejaron nada para trabajar, que me entregaron un despacho en bancarrota.

Eso ya no vale y no tiene ninguna validez. Las justificaciones para engañar, no tienen razón de ser. Esos padres que se dan cuenta que sus hijos no tienen maestros, merecen una respuesta real y no demagógica.

Todo esto, está en manos de dos personas: en primer lugar, de Joviel y en segundo, de Jimmy… En ese orden. ¿Se dan cuenta, de lo que estoy diciendo? Esa es la realidad de este país tan mal gobernado.

Si ustedes son de esos padres de familia que están exigiendo que les pongan maestros a sus hijos, no dejen de hacerlo.

No acepten más mentiras, ni promesas que nunca se hacen realidad. Exijan.

Es su derecho y nadie puede pasar por encima de ese derecho que tienen sus hijos de educación gratuita y de calidad de parte del Estado.

Los impuestos que tributan los guatemaltecos honrados, son para pagar el sueldo al presidente, al ministro de Educación y mucho de ese dinero, pero muchísimo, va a parar no solo a la dirigencia sindical del magisterio, también a los maestros, los más sacrificados de este país.

Los más irrespetados por propios y extraños. Pero que igual se han acomodado para que esto no cambie.

Padres de familia, no se dejen más, es su derecho a exigir la educación para sus hijos, por eso pagamos impuestos, no para que se los roben como están haciendo ahora.

• Fotos: Prensa Libre