Defendiendo a un posible diputado asesino…

Yo mismo me convencí que era necesario dejar pasar unos días para escribir sobre lo dicho por el diputado Javier Hernández, el pasado jueves, en torno a la acusación en contra de otro diputado de su bancada FCN Nación.

Hernández es el jefe de la bancada oficial, y sus palabras están relacionadas a los señalamientos hechos por el Ministerio Público y la CICIG en torno a “su” diputado Julio Juárez, señalado de ser el autor intelectual de la muerte de dos periodistas en Mazatenango.

Por ese acto criminal, dice la investigación que Juárez pagó alrededor de 30 mil quetzales por el asesinato del periodista corresponsal de Prensa Libre, Danilo López.

Todo esto, se hizo público luego de una investigación de más de dos años y se basa en mensajes de texto entre Juárez y la banda de sicarios que ultimó al comunicador y a otro periodista que estaba en el lugar y la hora equivocada.

Para esos desalmados, ese otro crimen, se trató de una muerte que se coloca entre las víctimas colaterales, o sea, gente que no les importa matar y que por pura mala suerte se encontraba en ese lugar. Así que no importa. Eso sí, por ese otro asesinato, no cobraron nada.

Pero qué diputados estos…

Si uno tenía alguna duda de la clase de gente que llega al Congreso, este señor Hernández es la mejor versión de que lo peor de la sociedad, está en ese sitio localizado en la 9ª. Avenida de la zona 1.

Y no hablo de que sea una mala persona, o un corrupto, no. De eso no hablo, porque no lo conozco, ni quiero, solo sé de él por su actividad pública como diputado que, para mí, en lo personal, realmente ha sido y es mala, sin trascender para nada lo que hace.

Al escuchar sus palabras, nos queda la sensación que solo quiere defender a un posible asesino intelectual de dos periodistas, de dos colegas nuestros, es demostrar poco o nulo conocimiento de un proceso de investigación profesional, y querer parecer que se es un defensor de su amigo, porque eso me imagino que es el tal Juárez.

Entiendo que según la ley nadie es culpable hasta que no se demuestre lo contrario. Eso no se discute. Lo que molesta es que ni siquiera se haga a un lado a alguien señalado de un crimen intelectual, hasta que él demuestre lo contrario.

Pero pedirle eso al FCN Nación, es pedir que mañana los gatos vuelen. Ellos no tienen el más mínimo compromiso con Guatemala y su gente. El compromiso es con ellos mismos, el de taparse con la misma chamarra.

Decir que todo no es más que presiones en contra de su bancada y terminar afirmando que ya solo falta que pronto sea él el señalado de algún mal proceder y se pida su antejuicio, demuestra el poco nivel intelectual del señor diputado.

Sin reflexión, sin mensaje a la ciudadanía que le votó, sin dejar en claro que no puede estar sentado a la diestra de un posible asesino, Hernández se retrató de cuerpo entero.

De verdad que dan ganas de salir corriendo ante tantas tonterías dichas sin pausa, como si no pensara cada palabra que sale de su boca.

Con sus razonamientos, este parlamentario, no solo pone en duda las investigaciones de más de dos años, hechas por el Ministerio Público y la CICIG, sino que nos quiere ver cara de tontos al resto de ciudadanos de este país.

La realidad es que ese diputado tan solo es el reflejo de quienes llegan al Congreso, sin el más mínimo conocimiento de qué debe ser su trabajo en el hemiciclo.

El Congreso debería de ser el mejor lugar para demostrar el pluralismo político de una nación, donde los verdaderos estadistas se erijan en los adalides de una sociedad hambrienta de resultados positivos y que se trabaja para sacar adelante a esta bella nación.

Ahí, el juego democrático debería ser algo cotidiano. Pero no… Esos diputados, la inmensa mayoría, son unos verdaderos ineptos, corruptos, mal preparados, mediocres y no tienen ni la más mínima idea de cuál es su rol en el Organismo Legislativo.

Perdón… Si lo saben: creen que están allí para salir de pobres, tener poder sobre sus colegas, medrar con negocios turbios, aprobar leyes que tienen precios especiales, recuperar el dinero que invirtieron cuando al partido que los postuló le tuvieron que pagar una fortuna por su curul. ¿Y Guatemala?, bueno, si te vi no me acuerdo… Ni me interesa.

Lo peor es cuando Hernández dio a entender que lo importante para su partido, para su bancada, para su presidente Jimmy Morales, es el número de diputados que logró tener su bancada.

Jamás dijo que lo más importante era Guatemala, porque eso, es evidente que les viene del norte. Por eso aceptaron, sin problemas, sin ruborizarse, a lo peor de los partidos Líder y Patriota.

E hicieron que Jimmy quedara totalmente desprestigiado porque una de sus promesas de campaña fue un rotundo NO AL TRANSFUGISMO.

En este caso del diputado Juárez y como quiero ir más allá, me hubiera gustado que el presidente Morales saliera de inmediato a dar la cara esta vez, para exigir a su bancada, que echara al diputado Juárez.

Aunque ya lo sé, cuando hizo el mismo pedido en torno al diputado Manuel Giordano, para que lo sacaran de la bancada, nadie, pero nadie le hizo caso. Y perdió aún más, el poco poder y espacio político que esa bancada oficial le ha permitido tener.

Es evidente que el presidente Morales no tiene ningún poder sobre su bancada, quienes desde allí se burlan continuamente de él. No le apoyan, no lo ayudan y por el contrario, lo desgastan más de la cuenta. Y no les importa las consecuencias que paga el mandatario.

Pero cada quién decide sobre qué se sienta. Al final son sus posaderas las que sufrirán…

Esa bancada FCN Nación la mandan otros. Esos viejos militares amigos personales del Jimmy, que son el verdadero poder y a quienes él les tiene demasiado respeto, o lo mejor miedo.

Ni Hernández ni Morales, tienen pito en ese banda de diputados, que cada vez más se alejan de la población, porque para ellos lo más importante es el poder real que han logrado tener a costillas del sueño de millones de guatemaltecos, que decidieron poner a Jimmy como presidente, por aquello de ni corrupto, ni ladrón.

Lo peor ahora es que tienen diputados que no solo son corruptos y ladrones, sino que también bien pueden ser hasta asesinos. Y de periodistas, porque esa gente no acepta la crítica, menos los señalamientos de corrupción que son su bandera de presentación.