Ciudad Guatemala

Marisabel Pisquiy una deportista que ha recibido discriminación por el síndrome de Tourette.


Marisabel Pisquiy, es una deportista que ve la vida con optimismo a pesar de la discriminación que ha recibido por el síndrome de Tourette.

  14 octubre, 2017 - 11:40 AM

Marisabel pisquiy corre desde hace cinco años. Llegó a este deporte por motivos diferentes a los de otros atletas.

Algo muy peculiar es que me pasa es que organizo mi día, conforme voy corriendo voy preparando y va bajando la agenda ya voy organizando todo y llego a casa con más energía con la mente más fresca y más organizada en lo que tengo que hacer.

Marisabel

Todas las mañanas corre por calles aledañas a la zona 11. Es la terapia que ha encontrado para este mal que la aqueja.

Obviamente seguir siendo un ejemplo como deportista para mucha gente, tengo sobrinos pequeños que me dicen yo quiero medallas como tú, yo quiero correr como tú y decirle a toda la demás gente que nada nos impide soñar, básicamente soñar es creer que lo voy a lograr y verme ya allí haciendo lo que a mí me gusta hacer.

Marisabel

A la mayoría de lugares a los que se presenta acapara las miradas, las que luego se transforman en admiración por su esfuerzo, algo que la ha llevado a obtener 14 medallas en cinco años de diferentes competencias.

Marisabel desea crear una fundación

A futuro quiero, queremos con mi jefe de relaciones públicas crear una fundación para inclusión y concientizar a la sociedad que todas las personas aun teniendo un impedimento físico o una enfermedad o un síndrome que no se conoce le impide lograr nuestros sueños.

El síndrome de Tourette es una enfermedad patológica que afecta directamente el sistema nervioso. Las personas que lo padecen tienen movimientos involuntarios o comúnmente llamados tics.

En nuestra sociedad aún existe la discriminación y Marisabel lo padeció en el ámbito laboral, su anhelo es que muchas personas se informen para decir sí a la inclusión.

 

A mí me ha pasado que me ha costado conseguir un buen trabajo o ascender, por lo mismo que no se conoce lo que yo padezco, entonces queremos alzar la voz y abrir las puertas en esa fundación para que sepa y se sienta parte de.

Hubo momentos en la cual halagaban su trabajo, pero a la vez le hacían saber que no le parecían otros aspectos, Marisabel sabía que era por su padecimiento y terminaban por prescindir de su servicio.

A mí me empezó a los ocho años con tics en los ojos pequeñitos, mis papás pensaron que eran los lentes, obviamente yo tengo miopía y astigmatismo, obviamente empecé a usar anteojos conforme pasó el tiempo fue agitación de cabeza movimientos bruscos en la cara y sí se fue complicando más.

Preocupados sus papás la llevaron al neurólogo, le hicieron encefalogramas y la respuesta de los doctores fue que su cerebro funcionaba perfectamente bien, no tiene ningún problema.

Conforme fueron pasando los años yo fui investigando qué era, de dónde salía y allí me di cuenta a ok, esto no se cura, se baja un poco o se controla con los medicamentos.

No solo en Guatemala son escasos los medicamentos, sino que son demasiado fuertes, a Marisabel le pegó en el hígado a los 12 años y le dio una especie de hepatitis, fue cuando decidió no tomar más la medicina, por los efectos secundarios.

Más que todo es aceptar, aceptarnos yo no voy a medir a la gente porque tiene síndrome de Down, porque tiene epilepsia, porque tiene Tourette, yo tengo una dicho que es “lo diferente no es raro, simplemente es diferente”.

Tomará parte en la carrera de San Martín y después en Quetzaltenango   para comenzar el calendario oficial en enero y finalizando en agosto de 2018.

 

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