El santuario brasileño recupera la chimpancé Cecilia

Cecilia sigue luchando contra su depresión.

Esta chimpancé, de 20 años, llegó en abril al Santuario brasileño de Grandes Primates de Sorocaba, 100 kilómetros al oeste de Sao Paulo.

Venía procedente de un zoológico de Mendoza, en Argentina, donde había pasado toda su vida encerrada en una jaula. Sus condiciones fueron denunciadas por una organización hasta que una jueza le concedió un habeas corpus para trasladarla al Santuario, considerándola un “sujeto de derecho no humano”.

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Pedro Ynterian, microbiólogo y presidente del Proyecto de Grandes Primates : “Aquí ella está conociendo un mundo diferente. Primero puede andar por la tierra, por la grama, es libre en aquel territorio provisorio que tiene. Ya ve que existen otros chimpancés, existen familias y grupos cerca a ella y ella está ya procurando eso, conseguir integrarse con alguien, para no vivir solitaria más”.

Cecilia es una de los 52 chimpancés que viven en el Santuario.

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Ninguno llegó por casualidad a este refugio de 50 hectáreas, donde 280 animales tratan de curarse de las heridas de un pasado de abuso aunque las marcas de algunos son demasiado profundas y necesitan fármacos para salir adelante o dejar de automutilarse.

Pedro Ynterian: “Estos animales fueron abusados, fueron torturados, fueron maltratados en circos, zoológicos, estaban con personas, fueron confiscados de traficante

También que los comercializaban. Ellos precisan un local donde sean tratados decentemente, que no tenga visitación pública, que no sea un zoológico. Y el único lugar en estas condiciones aquí y posiblemente en América Latina es este”.

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Pedro lidera a unos 30 trabajadores del Santuario que le ha creado enemigos y casi le cuesta la vida.

Asegura que intentaron matarlo “porque el mercado de los animales mueve mucho dinero” y la Unión Brasileña de Circos Itinerantes lo acusó de integrar una red de tráfico de especies, una causa archivada en 2012.

A pesar de todo, insiste en que continuará su batalla por los animales que, como Cecilia, han sufrido abuso.