La PDH un ente desconocido para muchos…
Cuando un asesino, narcotraficante, corrupto, juez deshonesto o magistrado indigno salen en libertad, no es la PDH quien toma esa decisión. Son los jueces.
Desde hace un tiempo atrás, escucho una falsedad que se está convirtiendo en una verdad por repetirla tantas veces: que la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH) es la que defiende a los delincuentes, como es el caso de los mareros.
Pero eso se puede entender, lo que no es aceptable, es que se llegue al extremo de afirmar que es la PDH la que pone en libertad a los delincuentes de todas las calañas que existen.
Eso solo lo pueden hacer los jueces. ¿O creen que la Procuraduría es la que mandó a su casa a Blanca Stalling? ¿O la que le dio medidas sustitutivas a los tres ex funcionarios d
e la Secretaría de Bienestar Social?
Por favor, seamos serios y no permitamos que se nos pongan más vendas sobre los ojos.
En este país hay una infinidad de buenos jueces y hay otros que se olvidan que deben aplicar la ley en casos donde esos ex funcionarios no solo actuaron mal, sino que en el caso del Hogar Seguro, se perdieron 41 vidas humanas, niñas que se les negó tener un presente y que jamás tuvieron un futuro.
Esa señora Stalling no solo evadió a la policía, se disfrazó, se armó con una pistola y estaba dispuesta a enfrentar a balazos a sus captores.
Pero ya ven: podrán salir a sus casas a la espera de un juicio donde o son liberados o, irán a la cárcel.
Los Jueces liberan a los detenidos, la PDH no…
A lo mejor dirán qué tiene que ver la PDH con esto que les estoy diciendo. Pues eso: NADA.
Una jueza en Mixco liberó a unos muchachos capturados en los atentados contra la policía, afirmando que el Ministerio Público no había dado suficientes elementos de prueba y que los mandaba a sus casas y los puso bajo el cuidado de sus madres.
¿Se imaginan ustedes que estos sicarios sus padres los van a controlar? Yo no lo creo.
Y vuelvo de nuevo a preguntar: qué tuvo que ver la Procuraduría de los Derechos Humanos en este caso: de nuevo, NADA.
El colmo fue haber escuchado a un estudiante encapuchado de Ciencias de la Comunicación durante la transmisión en directo realizada por el Noticiero Guatevision del desfile de la Huelga de Dolores.
Este estudiante le dijo a nuestras reporteras que la carroza que llevaba su unidad académica, la cual tenía a un ángel y dos delincuentes hincados frente a él, que esa figura que predominaba representaba a la PDH.
Esto, afirmó, es porque esa institución era la responsables de que los delincuentes salieran libres.
La PDH era el ángel de los mareros
La PDH era el ángel de los mareros, de los delincuentes, dijo el muchacho que con sus tragos entre pecho y espalda, creía que estaba dando una lección a los guatemaltecos de la realidad que nos agobia tanto.
Si un estudiante de periodismo de la USAC cree eso, es que realmente estamos jodidos. Primero deberían de estudiar o analizar las normas que rigen la actuación de la PDH y luego ponerse a hablar en público y no repetir estupideces.
Porque si lo hacen frente a un micrófono, no quiero ni imaginar lo que hacen en su círculo de estudios, trabajo y familia.
Este año hemos visto en los últimos meses que el mismo procurador Jorge de León, está siendo objeto de una campaña en las redes sociales, donde se le descalifica con palabras duras y muchas acusaciones falsas.
¿Y saben el por qué? Porque se unió al Ministerio Público y la CICIG para exigir la aprobación de la reforma constitucional en el sector justicia y que los diputados se han opuesto.
Los diputados no quieren perder sus privilegios mal ganados e incluso cuando se habló de quitar la inmunidad a los funcionarios púbicos, ellos mismos se protegieron y no lo hicieron.
Así que es bueno que todos los guatemaltecos tengan claro el panorama que está enfrente nuestro:
La PDH se ha convertido junto al MP y la CICIG en los enemigos de los corruptos y de quienes durante años han vivido en la impunidad que les da su cargo como gobernantes, ministros, diputado, jueces, magistrados y alcaldes.
E insisto: ya es tiempo que los funcionarios que le roban al país, no nos sigan engañando con el petate del muerto.
Cuando un preso, sea por delincuencia común, un asesino, narcotraficante, un político corrupto, un juez deshonesto o un magistrado sin dignidad, o bien un alcalde ladrón, salen en libertad o a su casa, no es la Procuraduría de los Derechos Humanos quien toma esa decisión. Son los jueces.
Repito para que cada uno de ustedes, lo tenga claro: son los jueces y nadie más.
Y pido disculpas por ser tan reiterativo en este punto, porque sé que los lectores no tienen un solo pelo de tontos.
Lo que ocurre es que las mafias de este país saben que la mentira repetida se vuelva verdad. Eso lo aprendieron de la Alemania nazi de Hiltler y su estructura de desinformación que tanto éxito tuvo entre la población alemana en la Segunda Guerra Mundial.
De lo peor siempre se aprende… y ya saben quiénes son esos aprendices de lo peor para seguir medrando a costa de la pobreza de la inmensa mayoría de guatemaltecos.