Frente al espejo de Brasil, Corea del Sur y la China comunista

¿En qué se parece Guatemala a Brasil, Corea del Sur y China comunista? Mmmm… ¿Serán acaso por nuestras playas del Pacífico o del Atlántico? ¿El carnaval de Mazatenango? ¿Quizás que jugamos fútbol como la selección brasileña?

¿A lo mejor es que competimos con ellos en la producción de azúcar? ¿O a lo mejor es que nuestros edificios en las zonas 9, 10, 13, 14 y 15 se asemejan a las ciudades cariocas? ¿Es que como somos un país tropical, de allí podríamos pensar que somos iguales a los brasileños?

La verdad es que nada de eso. Tenemos un gran parecido pero en los planos de la corrupción de políticos que se pueden dar la mano, pasear juntos por los paraísos fiscales, firmar documentos donde se permiten que las empresas extranjeras pueda trabajar en el país con verdaderos contratos leoninos que no ayudan en nada al país.

En Brasil hemos visto cómo muchos políticos han sido enviados a la cárcel y condenados a penas de prisión que van de cinco a 15 años. Ese es el espejo donde nos miramos, ¿verdad? Ese parlamento brasileño sí que es un verdadero enjambre de maleantes convertidos en diputados.

Diputados como los nuestros hay en todos lados…

Y por supuesto, cualquier semejanza con Guatemala, no es mera coincidencia, es algo normal entre quienes en América Latina se han creído con el derecho de salir de pobres, acrecentar fortunas, y convertirse en el tiempo que dura su mandato en reyes de un mundo lleno de fantasía, donde brillan los viajes, los carros, los trajes de seda, las viviendas suntuosas y un largo etcétera de lujos y despilfarros.

Todo eso, sin que les cuesta absolutamente nada más que levantar la mano para aprobar o desaprobar leyes, de acuerdo a como sea el cañonazo de dólares o de quetzales o de cualquier moneda.

La gran diferencia entre Brasil y Guatemala en este caso, es que allá los jueces si no se andan con medias tintas, como ocurre aquí cuando vemos como acusados de disparar a policías, salen libres.

O como la magistrada Blanca Stalling, es enviada a su casa por otra colega que ya no sabemos si lo hace por pagar algún favor en el pasado, o porque realmente cree que esa señora es medio inocente, víctima del MP y CICIG.

Esto por mencionar solo dos casos.

Hay tantos, que no alcanzaría este espacio para mencionarlos. Allá si mandan a la cárcel a los corruptos, como ocurre en Guatemala. O sea que en algo nos parecemos, aunque no sea en el fútbol, ni las bellezas naturales, menos las playas.

Entonces ¿qué tiene que ver aquí, Corea del Sur? Bueno es que por esos lares también hay casos que nos muestran el otro lado del espejo donde nos miramos cuando los escándalos políticos no tienen diferencias ni de idiomas menos de desarrollo.

Los políticos corruptos son iguales o más bien, casi iguales. En este caso, pueden hablar un idioma complicado. El desarrollo que han logrado los coreanos, es tan grande, que en este caso se habla de un milagro económico que no tiene precedentes.

Es uno de los dragones o los tigres de Asia, que de ser un país lleno de pobreza se transformó en una potencia asiática que elevó los niveles de vida de sus habitantes hasta alturas no pensadas hace cuarenta años atrás.

Tienen una cultura llena de respeto y ética. Y cuando alguien falla, lo paga muy caro.

Tal es el caso de la presidenta que fue obligada, primero a renunciar y luego ha sido puesta bajo arresto por su implicación en actos de corrupción, soborno, abuso de autoridad, coacciones y filtración de secretos. O sea que es otro espejo donde podemos vernos. ¿No es así?

Como hoy quiero ser más negativo que de costumbre, doy paso a un viaje corto a China. En ese país comunista, cualquier político en cualquier lugar de ese inmenso territorio, que sea detenido por corrupción, es ejecutado sin tantos miramientos.

Claro que cualquier de ustedes en casa podrá decir que eso es muy exagerado. Pero ¿saben algo? El ser humano, hombre y mujer, se deja vencer por la tentación porque si un político sabe que es la muerte lo que le espera por corrupción o en el caso nuestro, la cárcel, igual lo hace.

Es porque el dinero tienta más que la responsabilidad que un político debe tener por su pueblo.

Brasil. Corea del Sur. China. Guatemala. ¿Qué nos diferencia? En el caso de los políticos, absolutamente nada. Son iguales. Habría que hacer quizás un estudio para determinar por qué un hombre o una mujer, se vuelve corrupto sin importarle la suerte de otros seres humanos.

Personas que en un mal momento, votaron por ellos. Porque en China, la asamblea del pueblo vota o bien el partido designa a esos funcionarios que terminan por robar. En esto, todos los políticos en cualquier lugar del mundo, puede ser igual a los nuestros, honestos o bien, ladrones. ¿Verdad que si?